Navegando con Salgari por las costas de Papúa
La “casa” donde vivo en Papúa se llama SMY Ondina. Es una goleta buguinesa, un barco tradicional de madera, con dos mástiles y 32 metros de eslora, construido a mano por los bugui, una famosa etnia de constructores de barcos y navegantes del sur de Sulawesi.El Ondina fue encargado por tres socios españoles hace ya mas de 12 años y armados según las técnicas ancestrales de los buguis, para quienes hacer un barco es casi un acto religioso, pero adaptado para el buceo en vez de para transportar especias y maderas ...
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La “casa” donde vivo en Papúa se llama SMY Ondina. Es una goleta buguinesa, un barco tradicional de madera, con dos mástiles y 32 metros de eslora, construido a mano por los bugui, una famosa etnia de constructores de barcos y navegantes del sur de Sulawesi.El Ondina fue encargado por tres socios españoles hace ya mas de 12 años y armados según las técnicas ancestrales de los buguis, para quienes hacer un barco es casi un acto religioso, pero adaptado para el buceo en vez de para transportar especias y maderas nobles como sus antecesores. Es un barco precioso. Navegar en el ondina por islas de nombres míticos como Papúa, Molucas, Java o Borneo es como navegar entre los mares de papel de una novela de Salgari, de Conrad o de Stevenson.
Cuando hoy al amanecer hemos sacado la cabeza por la escotilla, nos envolvía un escenario de islas cubiertas por el bosque ecuatorial, montañas lejanas igualmente tapizadas de arboles, aguas limpias que dejaban ver arrecifes de coral y ni una sola carretera, camino, antena o aldea que recordara al ser humano.
Boletín
Esta sí es la Papúa que había imaginado. Mañana continúo…