La última cena

quieres dejar de justificarte !!!Iba a decir que espero que lo hayas disfrutado... pero estoy seguro de que asi ha sido. Que te sea leve la vuelta !!

Qué increible! Al leer tus relatos dan unas ganas increibles de estar ahí en tu lugar. Vaya que es rico a veces darse esos lujos, sobre todo si se trata de islas paradisíacas. Paco, estoy seguro de que seguirás disfrutando al máximo tus días ahí en la polinesia y nosotros de tu blog. Ya tengo a Tahiti como destino seguro para un futuro no muy lejano, gracias por envolvernos de la magia de ese lugar y el mundo en general.saludos!

Con esto no has hecho el "doctorado", te dan (regalan) el título de "Doctor".Otro abrazo.

Cuando sea mayor, quiero ser como tu. Envidia? MUCHA y cochina además.Que te vaya bien

Igualito igualito que el picnic mio del domingo pasado en Salou...

De vez en cuando también a mí -y diría a cualquiera- me mola lo de ser sibarita, es un matiz que también está en mi, y no tengo nada en contra. :-)Pero, sabes, de fondo, mientras te leo y mientras disfruto viendo tus fotos -la del farol colgando, evoca tanto, lo vivido y hasta lo no vivido-escucho de fondo una magistral BSO para una historia no menos magistra, vivida y ficcionada: Eddie Wedder con "Into the wild" (Hacia rutas salvajes), una voz soberbia, como tú dices, lejos de su registro habitual en Pearl Jam. Tú y yo, y otros blogueros, ya habíamos hablado del libro de Krakauer sobre la, esta vez me permito redundar, la soberbia elección de Christopher McCandless, dejando la civilización y yéndose a vivir a Alaska...quizá no tuviera que beber con este viaje tuyo por los Mares del Sur, pero, alguna vez en la vida, uno se puede permitir el lujo de ser sibarita. Para después, calzarte otra vez el parche y salir a dar tumbos, volviendo a la lata de fabes. Un abrazo, tesoro.

Paco, ya lo comentó Nuria, pero yo insisto: cada vez que sacas una mesa en ella aparecen DOS cubiertos. ¿Con quién compartes manjares?

Me gustaría ver la foto de vos en la cena, como en el Hola, para comentar sobre el atuendo. Espero que al menos te hayas dado un buen chapuzón en esa playita a la luz de la luna. Salud.

¿Y las mesas de los otros pasajeros del barco, estaban alrededor vuestro? ¿Todos embelesaditos? ¿Os imagináis que se cabrea alguno de esos pasajeros con el acompañante? ¿Sería posible en ese marco picarse? (sí, yo soy de las que probaba a ver cómo reeaccionaba el tamagochi a mil perrerías...)Esos manteles, ¡qué dolor!Ni siquiera comentas nada de lo que había en el plato. Estoy convencida de que tu giro copérnico en los mares del Sur me va a dar muchísima más envidia que lo que he visto hasta ahora, y eso que el umbral está ya muy alto.

Romántico, molto romántico, sí señor.En una noche como esa, cenando en una playa paradisíaca, con semejante mantelería y a la luz de un farolito encantador...yo sería capaz de enamorarme hasta de Marty Feldman en el "Jovencito Frankestein"PD1: La foto del farolito...pa'l libroPD2: Estuve acordándome toda la mañana de tus últimas palabras en el video de Groendalandia. Me olvidé de que hoy es fiesta, no tengo NADA en la nevera: me espera un bonito fin de semana de campo...en ayunas (bueno, en realidad me queda un paquete de macarrones)PD3: ojo en la cena....Blas es Judas (después no digas que no te avisé)

el anonimo era yo

con dos bemoles,compañero.seguro que no se te sube a las barbas tanto lujo,de vez en cuando viene bien un homenaje.felicidades por tus cronicas-curro.un abrazo

Lo malo es que uno siempre se acostumbra a la buena vida... Con gusto viviría con este estilo![:D]

Que gustazo...me das una envidia. Lo de la cena, debio ser espectacular. La verdad que a lo bueno que rapido nos acostumbramos...Un saludo

Hola Paco, ya se que no viene a cuenta, pero porque no actualizas el articulo del Balneario de panticosa, tu que has estado por alli siguiendo el dia a dia, jejejeje, que solo mola fardar ehhhhhtaluego