Así quiere Arabia Saudí convertirse en un centro financiero internacional

Antes del bum de la inteligencia artificial (IA), a principios del siglo XXI, bastaban las recreaciones holográficas para visualizar cierto urbanismo de ciencia ficción. Por ejemplo, ciudades que emergen de la mismísima arena del desierto como espejismos de acero y cristal. Pero ese territorio ilusorio ya existe: según algunos expertos, en pocos años, Arabia Saudí pasará de ser uno de los lugares más herméticos del planeta a convertirse en una referencia para el turismo, la tecnología y el comercio mundial. El aterrizaje de grandes estrellas del fútbol mundial en la liga doméstica viene a ser algo más que un escaparate del fenómeno: Cristiano Ronaldo, Neymar, Benzema, Mané, Gabri Veiga, Bono, Kanté… se han erigido en estandartes de la pujanza económica del país.

La nueva Arabia Saudí no es una recreación de la IA, sino del sueño de Mohamed bin Salmán, el heredero al trono y líder de facto del reino. El país quiere reinventarse y dejar de ser un pozo de petróleo para convertirse en un faro de modernidad, tecnología y progreso financiero. Con ese objetivo, el gobierno saudí ha puesto sobre la mesa una estrategia de 3,2 billones de dólares. De esta cantidad se estima que al menos 900.000 millones saldrán directamente de las arcas públicas. Hablamos, por tanto, de una de las mayores apuestas de transformación económica ‒y también social‒ de toda la historia. Es el conocido plan Visión 2030.

Bolsa de repercusión planetaria

Sin embargo, este plan también tiene un objetivo financiero muy concreto: hacer de Tadawul, la bolsa local, uno de los grandes centros financieros del mundo. Hasta ahora, invertir en este mercado ha sido una misión complicada. Históricamente, el parqué saudí, al igual que el resto de la economía, ha estado muy restringido para los inversores extranjeros. Apenas el 5% de su capital estaba en manos de los accionistas internacionales. Pero ahora eso ha cambiado: Tadawul comienza a abrirse de par en par.

Por ejemplo, la reciente inclusión de Arabia Saudí en índices internacionales como el MSCI (siglas en inglés de Morgan Stanley Capital International, la empresa estadounidense que chequea el seguimiento de acciones, fondos, bonos…) de mercados emergentes, así como la reciente proliferación de OPVs (Oferta Pública de Venta de acciones que realizan las empresas antes de salir a Bolsa) ha hecho entrar en ebullición a Tadawul. Un nuevo plan de privatizaciones masivas y de colocación de empresas públicas en bolsa promete disparar aún más la actividad bursátil hasta convertirla en un centro financiero de peso global. De momento, en 2023, un total de 39 empresas salieron a cotizar en este mercado, el doble que el año anterior. Esto supone diez compañías más que todas las listadas en 2021 (29).

Un motor de cambio

Se trata, por tanto, de un enorme cambio que les permitirá a las corporaciones saudíes captar más capital con el que desarrollar su actividad, al tiempo que mejoran sus sistemas internos de transparencia, control y rendición de cuentas. Es decir, la bolsa por sí misma puede ser un motor de modernización.

Ahora bien, ¿hasta qué punto resulta interesante este mercado para los inversores internacionales? Esa es la gran pregunta que deberá responderse en los próximos años. De momento, hay constancia de que Tadawul no es precisamente una bolsa barata. Cotiza actualmente a una relación precio/beneficios de entre 20 y 30 veces. Es decir, muy por encima de los grandes mercados internacionales.

Claro que, si se habla de bolsa y de la apertura saudí, hay otra posibilidad para intentar sacar provecho de todo este inmenso proceso de transformación: muchas multinacionales van a poder hacer grandes negocios en este país. Se cuentan todos los detalles sobre este proceso en el último vídeo de Si lo hubiera sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos.