Covid-19: una experiencia a gran escala de transición digital
Esta crisis nos está permitiendo tener una nueva mirada sobre las infraestructuras tecnológicas
Todavía es pronto para saber hasta qué punto la pandemia de la Covid-19 va a cambiar a largo plazo nuestra sociedad y nuestros hábitos. Lo que es seguro es que esta emergencia está suponiendo un drástico despertar de ciudadanos, empresas y administraciones sobre las oportunidades que ofrece la digitalización y, por tanto, la necesidad de afrontar y acelerar el proceso de transición digital en España y en Europa.
Esta crisis nos está permitiendo, en primer término, tener ...
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Todavía es pronto para saber hasta qué punto la pandemia de la Covid-19 va a cambiar a largo plazo nuestra sociedad y nuestros hábitos. Lo que es seguro es que esta emergencia está suponiendo un drástico despertar de ciudadanos, empresas y administraciones sobre las oportunidades que ofrece la digitalización y, por tanto, la necesidad de afrontar y acelerar el proceso de transición digital en España y en Europa.
Esta crisis nos está permitiendo, en primer término, tener una nueva mirada sobre las infraestructuras tecnológicas. Estamos comprobando que son críticas no sólo para asegurar la coordinación del Gobierno, de las Administraciones públicas y de los servicios esenciales, sino también para limitar el deterioro de la economía, garantizando a buena parte de las empresas la continuidad del negocio, y para mantener el contacto con familiares y amigos, aliviando los aspectos más duros del confinamiento en nuestras casas, especialmente a las personas más vulnerables.
En segundo lugar, estamos asistiendo a un experimento a gran escala en nuevos modelos de trabajo con la fuerte expansión del teletrabajo. Esta situación, para la que no todas las empresas estaban preparadas, es previsible que se extienda en el futuro, para adoptarla de forma generalizada o estar preparado ante cualquier contingencia.
En tercer lugar, la situación actual marcará el impulso definitivo a modelos digitales de prestación de servicios. La prestación de servicios on-line se va a convertir en una prioridad para aquellas empresas cuyos servicios puedan adaptarse a este modelo.
En cuarto lugar, esta crisis nos ha permitido descubrir las posibilidades de la educación online: la suspensión de clases en todos los niveles educativos ha supuesto una experiencia sin precedentes y la implantación acelerada de nuevos modelos de aprendizaje.
En quinto término, afrontamos la oportunidad para contar con una verdadera Administración pública digital, capaz de prestar todos los servicios en modo on-line, y extendida a nivel territorial y en los diferentes niveles de la Administración.
En estos aspectos está trabajando la Cámara de España a través de su Comisión de Digitalización que acaba de elaborar un Informe con propuestas para acelerar en España una transición digital ‘transformadora, social, equilibrada y cooperativa’.
Una última reflexión. El uso de las tecnologías digitales para controlar la expansión de las pandemias ha suscitado reticencias en aspectos como el control de la privacidad o la libertad individual. Incluso se ha llegado a sugerir que los regímenes no democráticos están mejor preparados para luchar ante la actual crisis sanitaria al poder adoptar medidas más drásticas. Hay que rechazar estas ideas y reafirmarnos en nuestros principios democráticos y mostrar, como se está haciendo, que las democracias pueden combatir con efectividad situaciones extremas como la actual, sin renunciar a los principios básicos que las inspiran.
José Luis Bonet es presidente de la Cámara de Comercio de España y Carlos López Blanco es presidente de la Comisión de Digitalización de la Cámara de España