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Superar las brechas a través de las telecomunicaciones

Para reducir la exclusión digital, social o territorial, Cellnex aplica una estrategia también triple (ambiental, social y de buen gobierno) en el desarrollo y la implantación de infraestructuras de telecomunicaciones compartidas y sostenibles que facilitan la conectividad

La conectividad de las telecomunicaciones fomenta el progreso social, la inclusión y la diversidad.

A veces, para entender la evolución del mundo hay que seguir la pista al dinero. Por ejemplo: BlackRock, el mayor inversor global en Bolsa, dobló en 2020 sus activos sostenibles y Deloitte predice que para 2025 la mitad de las inversiones gestionadas en EE UU, el mercado de valores que marca el paso a los demás, elegirán proyectos con criterios ASG: ambientales, sociales y de buen gobierno. Esta tendencia se refleja en las decisiones de compañías como Cellnex, el principal operador europeo de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, que dan el salto desde la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) al nivel de compromiso ASG que reclaman los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o los grandes acuerdos climáticos.

Cellnex no parte de cero, sino que ya ha cumplido el 90% de su plan RSC anterior y se somete desde hace años a índices de sostenibilidad como MSCI, CDP, FTSE4Good, Standard Ethics y Sustainalytics, GRESB y Vigeo. Pero ahora se trata, según explica Àngels Ucero, directora global de sistemas de gestión de Cellnex, de escalar su contribución social y ambiental.

¿Con que herramienta? El Plan Director ASG 2021-2025 aplica el conocimiento especialista de la compañía, es decir, la conectividad de las telecomunicaciones, para fomentar la inclusión y la diversidad, el progreso social y el crecimiento sostenible a largo plazo, enfocado en los cinco ODS más relevantes para su actividad: educación; igualdad de género; seguridad laboral; cambio climático; industria, innovación e infraestructuras.

La compañía quiere multiplicar el impacto del Plan al compartirlo con su cadena de valor y rendir resultados en informes anuales, como el recién publicado y validado por un tercero independiente, sobre medio ambiente y cambio climático que incluye la reducción de emisiones en los países donde opera y las nuevas metas aprobadas por el organismo Science Based Targets Initiative. Entre ellas, reducir a la mitad todas sus emisiones antes de 2030, eliminarlas por completo antes de 2050 y pasar al 100% en el suministro eléctrico de fuentes renovables en 2025.

Cellnex tiene el objetivo de eliminar o compensar el 100% de sus emisiones en los 12 países donde opera antes de 2050.

Aporta su experiencia en proyectos como la creación de una reserva natural en el lago Markermeer de Países Bajos o los programas DaMa y DaNA de protección de la biodiversidad en espacios protegidos españoles e internacionales mediante la instalación de sensores IoT, servidores que analizan datos ambientales o cajas-nido en las torres de telecomunicaciones.

Combatir la desigualdad

Los objetivos sociales siguen ese mismo patrón, parten del trabajo previo y amplían su alcance. La compañía acaba de crear la Fundación Cellnex para reducir las tres brechas que ha ensanchado la pandemia. La digital, en una economía donde carecer de habilidades tecnológicas supone carecer de oportunidades. La social en plena crisis, que golpea a grupos vulnerables en riesgo de exclusión. Y la territorial de zonas rurales ricas en patrimonio e historia pero cada vez más pobres en habitantes. “Nadie debe vivir desconectado”, apunta Àngels Ucero. “Queremos aprovechar el conocimiento y los recursos de Cellnex para avanzar hacia la conectividad universal y que contribuya a mejorar las vidas de estas personas”.

Lograr que las comunicaciones lleguen a las zonas rurales, así como la formación para evitar el abandono escolar, son otras de las iniciativas de Cellnex.

Las brechas se salvan con puentes y uno de sus proyectos, Cellnex Bridge, ha seleccionado tres startups y acelera sus proyectos con asesoría y financiación de hasta 15.000 euros cada una: Voluta, que trabaja en la repoblación rural con familias, emprendedores y nómadas digitales mediante soluciones IoT; Nixi for Children emplea la realidad virtual para rebajar la ansiedad de niños y niñas en preoperatorio; y la app de eAgora interconecta a ciudadanos, empresas y administraciones en redes de municipios que comparten iniciativas sostenibles.

La Fundación hereda y proyecta intervenciones como la red de sensores y plataformas IoT que gestionan y monitoriza los consumos energéticos en las viviendas sociales (detectan y previenen fugas, por ejemplo). Un Internet de las Cosas al que se pueden añadir servicios de eficiencia energética o gestión municipal de residuos y aparcamientos públicos, entre otros servicios.

Conectar el mundo rural

En Guadalema de los Quintero, pueblo sevillano que contó 3.000 habitantes y hoy en día apenas llega a los 1.000, ha desplegado un sistema de acceso inalámbrico 5G para la red móvil, mientras en la pedanía de Matanza de Soria, casi sin cobertura hasta ahora, ha instalado un sistema de banda ancha móvil, 4G y 5G, alimentado con energía solar y eólica. Otro de sus proyectos, en fase piloto, apoya el negocio agrícola con robots recolectores de fruta capaces de identificar el punto exacto de madurez.

En el pueblo sevillano de Guadalema de los Quintero, Cellnex ha desplegado un acceso 5G para la red móvil

La estrategia ASG incorpora otras iniciativas como la diversidad en todas las plantillas de Cellnex: “Somos un crisol de nacionalidades, culturas, edades… integramos puntos de vista, valores y formas de hacer negocios que nos hacen más abiertos, mejores como organización”, apunta Yolanda Menal, directora global de Personas. Esto se refleja también en la Fundación a través del proyecto Youth Challenge, que lucha contra el abandono escolar y fomenta el empleo juvenil y las vocaciones tecnológicas mediante formación, mentoría, talleres de telecomunicaciones y seguimiento personal. Es uno de los programas donde se registra una mayor participación de voluntarios entre los empleados y exempleados de la compañía, y el balance positivo de su trabajo en un primer instituto de secundaria en Barcelona (el 90% de los alumnos continúa sus estudios) ha sido la base para extenderlo a otros, en la misma ciudad, Roma, París y Madrid.

La tercera sigla optimiza las otras dos

ASG: Ambiental, Social y Gobierno corporativo. Aunque la G vaya al final, es la clave de la estrategia porque, sin una buena toma de decisiones, que desde la cúpula alcance a todas las líneas de negocio y a toda la plantilla, ni la A ni la S rinden los resultados esperados.

La G de Cellnex ha recibido varios reconocimientos a la eficiencia de sus decisiones. En 2021, su capacidad para gestionar los riesgos ASG ha pasado de la calificación BBB a la A, con 8,2 puntos sobre 10, en el MSCI, uno de los índices ASG de referencia mundial. Su estrategia Ambiental obtiene la puntuación máxima, 10 puntos de 10, y destaca el grado de diversidad en la estructura gubernativa, con un 73% de miembros independientes y un 45% de mujeres en el Consejo de Administración.

La calificación de Sustainalytics la sitúa entre las cinco mejores empresas del sector teleco por su bajo nivel de riesgo en ASG: de 19,6 puntos en 2020 a 15,5 este año.

Y el proyecto Zero Emissions Rural Site (un sistema móvil con autogeneración renovable que despliega cobertura 5G en zonas rurales) ganó en 2020 el premio Retina, del Grupo Prisa, en la categoría de Consumo eficiente. 

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