Claves de la salida de Pallete en Telefónica: ¿Por qué el relevo ahora?

La crisis global que han sufrido las operadoras de telecomunicaciones en los últimos años se ha llevado por delante muchas cabezas de las cúpulas directivas, incluso acompañadas del abandono de grandes accionistas en algunos casos. El relevo en la dirección ha llegado a Vodafone, Orange, BT, Telecom Italia o Swisscom. En Telefónica, José María Álvarez-Pallete había sobrevivido a este vendaval durante nueve años, pese a la grave caída de la acción en Bolsa. Pero el cambio accionarial en la compañía, la necesidad de dar un golpe de timón ante el mercado y el calendario de renovación de la presid...

La crisis global que han sufrido las operadoras de telecomunicaciones en los últimos años se ha llevado por delante muchas cabezas de las cúpulas directivas, incluso acompañadas del abandono de grandes accionistas en algunos casos. El relevo en la dirección ha llegado a Vodafone, Orange, BT, Telecom Italia o Swisscom. En Telefónica, José María Álvarez-Pallete había sobrevivido a este vendaval durante nueve años, pese a la grave caída de la acción en Bolsa. Pero el cambio accionarial en la compañía, la necesidad de dar un golpe de timón ante el mercado y el calendario de renovación de la presidencia desencadenaron su cese este fin de semana con un nombre de consenso entre los accionistas: Marc Murtra.

Telefónica acaba de concluir una reordenación accionarial que ha asentado en el capital de la firma a la SEPI, Criteria Caixa y el grupo saudí STC. Los plazos para tomar una decisión sobre Pallete, cuyo mandato concluía este año, se terminaban. Una vez que los accionistas de referencia tenían acuerdo sobre un candidato que pudiera liderar esa nueva etapa, se activó la maquinaria para tratar de ejecutar el relevo con celeridad. El objetivo era generar la menor incertidumbre posible sobre una cuestión tan sensible para una cotizada.

Pallete se ha defendido de las críticas sobre la pérdida de valor de la compañía afirmando que las cotizaciones de todas las grandes telecos europeas, como Vodafone, Orange o Deutsche Telekom, también habían sufrido importantes caídas. Pero en el caso de sus homólogas europeas, esa devaluación bursátil ha tenido consecuencias. Por ejemplo, desde 2016, Vodafone ha cambiado tres veces de consejero delegado, cuyo relevo han forzado los accionistas de referencia, a diferencia de lo ocurrido en Telefónica, que ha mantenido su equipo gestor a salvo de las inclemencias bursátiles y la pérdida de rentabilidad de la compañía.

Álvarez-Pallete ha sido el presidente mejor pagado de una teleco europea, muy por encima de los máximos responsables de Orange, Vodafone, Telecom Italia o Portugal Telecom, por citar las más grandes. La cuestión no ha pasado desapercibida para los proxy advisors (los asesores de voto de los grandes fondos ante las juntas de accionistas), que hasta 2024 seguían mostrando dudas al señalar que su retribución era superior a la de sus comparables. En 2023, ganó 6,32 millones de euros entre su sueldo fijo y los emolumentos variables, aunque la máxima remuneración la consiguió en 2021, año en el que ganó 8,72 millones, un 68% más que en el ejercicio anterior debido a un bono extraordinario justificado por el cierre de la venta de las torres de Telxius y la fusión británica de su filial O2 con Liberty. Ese bonus levantó las críticas de los fondos accionistas. El 42,3% de los accionistas votaron en contra en la junta de 2022, lo que supuso todo un toque de atención para el presidente. No en vano, este rechazo forzó a Pallete a prohibir las remuneraciones extraordinarias por operaciones corporativas que entran dentro de los deberes de un equipo gestor. Solo el presidente de Deutsche Telekom, Timotheus Höttges, le ha superado en ganancias en algunos ejercicios, como en 2023, en el que percibió una remuneración total de 8,6 millones de euros.

Se agotaba el plazo para el relevo

El relevo de Pallete pudo decidirse en diciembre, pero la muerte de Javier Echenique enfrió la ejecución de su salida. Ya en enero los tiempos apremiaban. El expresidente de Telefónica concluía su mandato este año. Eso significaba que como tarde en marzo habría que llevar en el orden del día de la junta la decisión sobre su futuro. Para entonces, los accionistas debían haber hecho una propuesta, que la misma fuera evaluada por el comité de nombramientos y retribuciones, y una vez aprobada, elevada de nuevo al consejo. Los plazos hacían que el consejo de enero fuera uno de los últimos para tomar una decisión.

Enfrentados con esta tesitura por los plazos, la pasada semana la SEPI activó el plan de sucesión. Fuentes accionariales señalan que se quería evitar que la potencial salida de Pallete generara demasiados rumores en el mercado, que podrían perjudicar a la compañía con la incertidumbre que pudieran desatar. Se buscaba que el relevo fuera rápido. Por eso, en los últimos días las conversaciones entre las partes se aceleraron y, una vez se pusieron de acuerdo, Pallete fue llamado a La Moncloa para comunicarle la decisión.

Fue Ángel Simón, el consejero delegado de CriteriaCaixa, uno de los encargados de comunicarle que debía acudir a La Moncloa. En esa reunión estuvieron presentes Manuel de la Rocha, secretario de Estado de Asuntos Económicos y hombre de confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y un representante de Saudí Telecom (STC). La foto de ese encuentro final antes de su cese ejemplifica la pérdida de apoyos de Álvarez-Pallete entre los accionistas de referencia, informan fuentes conocedoras del asunto.

En el mercado se venía barruntando desde hacía muchos meses que la salida de Pallete podría llegar en algún futuro no muy lejano. De hecho, fuentes próximas a los grandes accionistas de Telefónica aseguran que dicha salida ya era algo que él mismo había madurado. El Gobierno quería contar con la máxima anuencia de los socios en el capital. De ahí que se pactara también con STC el cambio en la cúpula, pese a que el grupo saudí aún no cuenta con ningún consejero y, por lo tanto, no pudiera votar en la reunión del consejo del sábado. En cuanto a su salida brusca, en un fin de semana y con un consejo extraordinario, sus críticos recuerdan que su nombramiento en 2016 fue también un acto personal, en este caso del ya fallecido César Alierta, que le postuló como su sucesor.

Siempre, o al menos hasta no hace demasiado tiempo, Pallete contó con un apoyo especial por parte de Isidro Fainé, vicepresidente de Telefónica y presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, uno de accionistas de referencia de la operadora. Pallete ha logrado mantenerse en el cargo en un momento especial como fue el centenario de la compañía, que se celebró en la primavera de 2024. Para la Caixa el balance no es tan negativo, relatan fuentes conocedoras de este inversor. Como accionista de muy largo plazo, el problema de la caída de la acción no era algo que inquietara. Mientras, la política de retribución al accionista a través de dividendos y recompras de acciones satisfacía las necesidades de la obra social de La Caixa, su razón de ser.

Pero una vez configurado el nuevo núcleo duro, los problemas seguían ahí. Siempre ha pesado como una losa la cotización, que opacaba el éxito de la drástica reducción de la deuda. A finales del año pasado, Telefónica sufrió una multa de 80 millones de euros de la justicia de EE UU por sobornos al Gobierno de Venezuela, por unos hechos que sucedieron en 2014, con Pallete de consejero delegado y Alierta de presidente. El responsable de la filial venezolana no solo no fue despedido, sino que fue promocionado en la filial de Perú, y finalmente se le buscó un puesto en la sede central de Madrid. Con el conocimiento de Pallete, que ya ocupaba la presidencia.

Ahora está por ver cómo afecta esta sucesión aguas abajo de la presidencia. En el mercado ya se empieza a especular con que la llegada de Murtra puede también traer cambios en las primeras líneas directivas, como sucede en la mayoría de relevos en las cúpulas de las grandes empresas. Sobre todo, después de que el núcleo duro empresarial haya confirmado que conviene emprender una nueva etapa.