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Por qué apoyar a los vulnerables es una prioridad inaplazable

La pandemia y la guerra en Ucrania han acentuado la desigualdad económica. Uno de cada cuatro españoles tiene bajos ingresos en comparación con el conjunto de la población. El último episodio del programa ‘Nosotros’, de CaixaBank, destaca la importancia de apoyar a las personas en momentos tan difíciles como los actuales

La epidemia planetaria de los años 20 ha desatado una crisis económica sin precedentes y ha agravado las dificultades financieras de millones de familias. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos por proporcionar soporte a los afectados y de la acción de los bancos centrales para mitigar los efectos negativos en la economía, la emergencia sanitaria ha aumentado la desigualdad financiera y social en todo el mundo.

España no es un caso al margen: la brecha entre ricos y pobres es ahora mucho más profunda. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). Año 2022, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra cómo una de cada cuatro personas está en riesgo de caer en la pobreza o exclusión social. Actualmente, más de diez millones de españoles tienen ingresos bajos en comparación con el resto de la población.

El riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No cuantifica pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen rentas bajas tomando como referencia el total de la ciudadanía. En 2022, el umbral de riesgo de pobreza en los hogares unipersonales se situó en 10.088 euros. En aquellos compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, fue 21.185 euros.

El impacto de la pandemia en los distintos sectores de la sociedad es el tema central del último episodio de Nosotros, el programa de CaixaBank que destaca la importancia de apoyar a las personas en la consecución de sus metas. La formación, la inclusión financiera, el desarrollo económico de zonas rurales y la cultura monetaria han sido otros de los contenidos tratados.

Del virus al conflicto bélico

En tiempos de incertidumbre económica, contar con un sector financiero sólido y estable se hace más imperativo. La pandemia puso a prueba la capacidad de la banca para minimizar el impacto de la crisis en términos de intensidad y duración. En conjunto, las entidades aprobaron moratorias en sus créditos para casi 1,5 millones de familias y concedieron financiación a más de 1,3 millones de empresas.

Justo cuando la economía comenzaba a recuperarse, el conflicto armado en Ucrania sacudió las expectativas de crecimiento y aumentó los riesgos asumidos por los países. La inestabilidad resultante ha tenido un impacto significativo en la economía mundial, con turbulencias en los mercados energéticos, financieros y agrícolas. A pesar de la debilitante combinación entre una alta inflación, un menor crecimiento económico y una mayor incertidumbre, los bancos siguen comprometidos en su apoyo a la economía global.

Aliados de los que más lo necesitan

El episodio de Nosotros pone de manifiesto la trascendencia de estar al lado de los colectivos más afectados por la pandemia. A través de historias y datos, CaixaBank muestra lo relevante de brindar ayuda a las personas que se encuentran en situación de pobreza o riesgo de exclusión social.

En el capítulo se presentan casos concretos que ilustran el impacto que tuvo la pandemia en la gestión de pequeños comercios y en las economías familiares. En uno de ellos se pone el acento en la importancia del apoyo de CaixaBank para mantener abierta una tienda en tiempos de crisis. En otro se muestra cómo una familia con dificultades para llegar a fin de mes pudo acceder a un plan de ayudas.

Para CaixaBank, garantizar que todas las personas tengan acceso a un hogar en estas condiciones es una prioridad. Con ese objetivo, la entidad brinda una atención personalizada a cada cliente, según sus necesidades.

Asistencia a los hipotecados

CaixaBank fue la primera entidad financiera en adherirse a las iniciativas aprobadas por el gobierno español para el apoyo a los hipotecados en riesgo de vulnerabilidad. Previamente la entidad ya había destacado por ser la más activa del sector en la concesión de ayudas acogidas al Código de Buenas Prácticas, realizando el 35% de las operaciones totales bajo ese código, vigente desde 2012.

La aprobación de la ampliación del Código de Buenas Prácticas y las medidas transitorias adicionales son una fórmula más para apoyar a los que más lo necesiten. En unos casos, la adhesión a una de estas fórmulas será lo más adecuado para el cliente, mientras que en otros será preciso recurrir a otro tipo de soluciones.

CaixaBank tiene experiencia a la hora de ofrecer soluciones efectivas a las necesidades de sus usuarios. Por ejemplo, en 2009 se puso en marcha un Plan de Ayudas dirigido a personas físicas con dificultades para afrontar el pago de sus hipotecas, que logró brindar apoyo a más de 360.000 individuos en situación de vulnerabilidad. Además, la entidad realizó más de 27.000 daciones en pago.

Más cerca, durante la pandemia, CaixaBank concedió 500.000 moratorias en el pago de la hipoteca y préstamos en consumo. También condonó el alquiler a 4.800 hogares, reforzando su voluntad de respaldar a sus clientes a superar los momentos más difíciles.

Compromiso con el acceso a la vivienda

El acceso a una vivienda digna y adecuada constituye un derecho universal reconocido tanto por la Declaración Universal de los Derechos Humanos como por la Constitución Española. Para CaixaBank, garantizar que todas las personas tengan acceso a un hogar en estas condiciones ha sido (y es) una prioridad. Con ese objetivo, la entidad aplica criterios de flexibilidad en las reestructuraciones de crédito y brinda una atención personalizada a cada cliente.

Actualmente, el banco dispone de 16.535 viviendas en alquiler, de las cuales 11.591 están en alquiler social. La cifra incluye 6.755 hogares aportados al fondo social de viviendas estatal, más de la mitad de lo que ha proporcionado el sector.

Desde hace tiempo, CaixaBank ha centrado sus esfuerzos en atender a las personas más vulnerables. A través del Programa Impulsa, ha subvencionado las rentas a los inquilinos, lo que ha permitido que estos puedan acceder a las ayudas públicas a las que tienen derecho. Hasta el momento, el programa ha beneficiado a más de 5.500 personas. Con estas iniciativas, CaixaBank refuerza su implicación social y su contribución al bienestar de la comunidad.

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