El Gobierno ofrece al PP que proponga candidato para el consejo del Banco de España
En el seno de la institución crecía el temor a que el Ejecutivo se saltara la tradición de repartir los vocales entre los partidos mayoritarios
El Gobierno ha contactado con el Partido Popular para ofrecerle que proponga un candidato para el Consejo de Gobierno del Banco de España, según ha podido saber EL PAÍS de fuentes gubernamentales. Esta semana el diario El Mundo había adelantado que caducaban próximamente tres puestos en el consejo del organismo supervisor y que había una cierta preocupación tanto en el PP como en el seno del banco porque el Ejecutivo decidiera reemplazar estos cargos sin pactarlos con la oposición dado el actual clima de crispaci...
El Gobierno ha contactado con el Partido Popular para ofrecerle que proponga un candidato para el Consejo de Gobierno del Banco de España, según ha podido saber EL PAÍS de fuentes gubernamentales. Esta semana el diario El Mundo había adelantado que caducaban próximamente tres puestos en el consejo del organismo supervisor y que había una cierta preocupación tanto en el PP como en el seno del banco porque el Ejecutivo decidiera reemplazar estos cargos sin pactarlos con la oposición dado el actual clima de crispación política. El PP había reclamado al Ministerio de Economía que le tocaba nombrar a un consejero.
Hay una tradición no escrita de repartir entre los dos principales partidos estos puestos. También de que el Gobierno proponga al gobernador mientras que la oposición designa al subgobernador. El actual gobernador, Pablo Hernández de Cos, fue nombrado por el PP, y la subgobernadora, Margarita Delgado, fue puesta por el PSOE. El anterior gobernador, Luis Linde, fue colocado por el PP, y su subgobernador, Fernando Restoy, se puso a propuesta del PSOE. Este equilibrio solo se rompió cuando en 2006 se nombró al frente del banco a Miguel Ángel Fernández Ordónez, que había sido secretario de Estado de Hacienda con el Gobierno de Rodríguez Zapatero y que el PP rechazó por proceder directamente del Ejecutivo. Al desentenderse el PP de este nombramiento, el Gobierno socialista hizo subgobernador a José Viñals sin la participación de los populares. Pero incluso en ese momento de elevada tensión, se respetaron los equilibrios en el Consejo y la Comisión Ejecutiva. Según este acuerdo tácito, el Ejecutivo designa a tres miembros, la oposición a dos, y la cuota catalana a uno. Todos ellos con perfil técnico para un plazo de seis años, renovables una sola vez. De ellos, uno del PP y otro del PSOE entran en la Comisión Ejecutiva, que gestiona el día a día del organismo, junto con el gobernador y el subgobernador.
El último nombramiento que se hizo en el consejo, el de Carles Manera, fue a propuesta del Gobierno saltándose el pacto al sustituir a un consejero puesto por el PP, Rafael Castejón. Esta semana termina el mandato de Fernando Eguidazu, también designado por el PP, y de Carmen Alonso, del PSOE. Y en poco tiempo también concluye el de Núria Mas, de la cuota catalana.
El temor que había surgido en el Banco de España era que el Ejecutivo volviera a saltarse la tradición y el organismo acabe convirtiéndose a largo plazo en otra víctima de las peleas partisanas igual que ha sucedido recientemente con los órganos de la Justicia. En ese escenario, el que tuviese el poder de turno reclamaría todos los asientos para sí. De hecho, podría pasar que el PP, la próxima vez que llegue al Gobierno, tenga entonces la tentación de nombrar al gobernador y el subgobernador al margen de la oposición. Tal situación pondría en entredicho la independencia del organismo. Pero con esta llamada del Ministerio de Economía al PP se calman estos temores y se abre una tregua en la confrontación política para preservar el funcionamiento de la institución tal y como ha operado desde hace 30 años. Entre otras cosas, el Consejo de Gobierno se encarga de aprobar las directrices del Banco de España y de ratificar a sus directores generales.