La criptoestafa piramidal que regaló un ‘Jaguar’

La Policía detiene a 12 personas por gestionar presuntamente una plataforma en internet que atraía a víctimas con la promesa de rápidos beneficios en moneda electrónica y coches de lujo

Traslado a dependencias policiales de una detenida en la Operación Lemmings, en una imagen facilitada por la Policía Nacional.POLICIA NACIONAL (POLICIA NACIONAL)

“Lo que te estoy ofreciendo es que ganes dinero hoy y puedas retirar las ganancias todos los días. Si no conoces bien sobre cripto[monedas], no te preocupes, yo también estoy aprendiendo”. La oferta del mensaje lanzado de forma masiva a través de redes sociales y de miles de correos electrónicos era tentadora al aunar grandes beneficios y sencillez. Solo había que dar “me gusta” a determinadas páginas web o convertirse en seguidor de determinados perfiles para recibir en una cuenta pagos en criptomonedas que supuestamente se iban a duplicar con celeridad. Sin embargo, tras esa promesa se escon...

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“Lo que te estoy ofreciendo es que ganes dinero hoy y puedas retirar las ganancias todos los días. Si no conoces bien sobre cripto[monedas], no te preocupes, yo también estoy aprendiendo”. La oferta del mensaje lanzado de forma masiva a través de redes sociales y de miles de correos electrónicos era tentadora al aunar grandes beneficios y sencillez. Solo había que dar “me gusta” a determinadas páginas web o convertirse en seguidor de determinados perfiles para recibir en una cuenta pagos en criptomonedas que supuestamente se iban a duplicar con celeridad. Sin embargo, tras esa promesa se escondía en realidad una supuesta estafa piramidal en la que la moneda elecrónica era un aliciente más para atraer a posibles víctimas, junto a regalos de lujo, como un vehículo de la marca Jaguar. La Policía Nacional ha detenido en las últimas semanas a 12 personas en Madrid, Sevilla, Toledo, Alicante y Burgos como presuntos responsables de gestionar la plataforma DT Consortium, considerada por la los investigadores el epicentro de esta supuesta criptoestafa. 15 víctimas ya han denunciado haber perdido un total de 200.000 euros, aunque los responsables de la investigación policial están convencidos de que pueden ser cerca de 5.000 los afectados. “Muchos no se atreven a denunciar porque temen que se les considere parte de la propia organización”, señalan fuentes policiales para explicar el bajo número de denunciantes.

La bautizada Operación Lemmings se inició el pasado mayo después de que agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional detectasen durante las labores habituales de ciberpatrullaje la existencia de chats de mensajería instantánea en los que se volcaban numerosas quejas contra la plataforma DT Consortium. Según estas protestas, a todos ellos esta firma les había ofrecido “ganar dinero desde sus domicilios” simplemente utilizando sus propias redes sociales para dar like a determinadas páginas web, entre ellas de venta de artículos de segunda mano, de inversiones o, simplemente, de promoción de personas, en la mayoría de los casos ajenas a la trama. No obstante, otras de esas webs eran controladas por la propia organización, por lo que conseguían “dar una falsa apariencia de autenticidad, obteniendo una mayor visibilidad en internet”, destaca la policía en una nota hecha pública este lunes.

La plataforma pedía a las personas que contactaban con ellos para este supuesto trabajo que abrieran una cuenta en criptomendas para ir recibiendo en ella los beneficios por tan simple actividad, aunque en un primer momento esta cuantía era mínima y no superaba los 20 euros, detallan fuentes policiales. Una vez captado el interés de las potenciales víctimas, la trama ofrecía duplicar o triplicar esas cantidades en poco tiempo a cambio de una inversión inicial de 250 euros en moneda digital, para posteriormente reclamar nuevas cantidades si querían seguir escalando niveles en la estructura y, con ello, multiplicar sus beneficios. Según detallan fuentes policiales, un afectado llegó a entregar hasta 10.000 euros. A todos les pedían que captasen a nuevos inversores entre sus familiares y allegados para incrementar sus beneficios.

Para fidelizar a los inversores y acabar con las reticencias que mostraban algunos cuando no conseguían recuperar el dinero, la trama se presentaba como una empresa multinacional con sedes en diversos países. Incluso habían alquilado establecimientos comerciales en Valencia, Alicante, Burgos y Dos Hermanas (Sevilla) para mostrar una supuesta actividad cara al público, aunque en realidad esos locales nunca estaban abiertos y eran simples fachadas publicitarias de la compañía que servía para enviar fotos a los interesados como demostración de su expansión, detallan fuentes cercanas a la investigación.

Fiestas en hoteles de lujo

La trama también organizaba fiestas multitudinarias en hoteles de lujo que incluían cena y barra libre de bebidas gratis como medio de ostentación y a la que solo podían acceder mediante un código QR que enviaba la plataforma. Se ha detectado la celebración de este tipo de actos en Madrid, Sevilla y Requena (Valencia). “Estos eventos eran en realidad operaciones de lavado de cerebro en los que insistían una y otra vez en los supuestos beneficios de cobrar en criptomonedas y en que todo era absolutamente legal”, destacan fuentes policiales, que llegaron a infiltrarse en estas fiestas para conocer de primera mano su desarrollo.

Cuando alguna de las víctimas reclamaba recuperar el dinero que supuestamente había ganado, la organización le daba largas y le ofrecía subir un nuevo escalón en la trama con nuevas promesas de ingresos por la captación de clientes. A una joven le llegaron a regalar un vehículo de la marca Jaguar, valorado en más de 50.000 euros, como incentivo. A cambio, le pidieron que siguiera en la estructura y difundiera en sus redes sociales que había recibido este automóvil como muestra de la supuesta rentabilidad de trabajar para la plataforma. La investigación apunta a que la trama tenía tentáculos fuera de España. De hecho, los ahora detenidos movían sus ganancias a través de empresas, cuentas bancarias y monederos virtuales ubicados en Reino Unido, Lituania, Noruega y Francia, supuestamente para dificultad el seguimiento de los fondos, detalla la nota policial.

Las detenciones se precipitaron a finales de noviembre, tras detectar la Policía los primeros indicios de que la presunta estafa piramidal estaba a punto de tocar a su fin por los cada vez más numerosos impagos de las ganancias prometidas a las víctimas, detallan fuentes cercanas a la investigación. En algunos casos, los supuestos implicados habían comenzado a recomendar a algunos inversores que pasasen a operar con otras plataformas que también tenían los pagos en criptomonedas como principal atractivo.

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