La dimisión de Cristina Ruiz como consejera delegada de Indra precipita cambios en la cúpula de la tecnológica
El grupo aprovecha la renuncia de la ejecutiva para simplificar la estructura. Luis Abril dirigirá Minsait e Ignacio Mataix se mantiene como único consejero delegado
El consejo de administración de Indra ha convocado una reunión extraordinaria este jueves por la tarde para estudiar la renuncia de Cristina Ruiz como consejera delegada del área de consultoría de Transformación Digital y Tecnologías de la Información, que se aglutina en la filial Minsait, según confirman fuentes internas de la empresa. Ruiz abandona el cargo por motivos personales, aseguran las mismas fuentes. A medianoche, la empresa tecnológica registro un ...
El consejo de administración de Indra ha convocado una reunión extraordinaria este jueves por la tarde para estudiar la renuncia de Cristina Ruiz como consejera delegada del área de consultoría de Transformación Digital y Tecnologías de la Información, que se aglutina en la filial Minsait, según confirman fuentes internas de la empresa. Ruiz abandona el cargo por motivos personales, aseguran las mismas fuentes. A medianoche, la empresa tecnológica registro un hecho relevante en la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) en el que explicaba que el consejo acepta la dimisión de Ruiz.
Cristina Ruiz compartía la gestión de la compañía con Ignacio Mataix, el otro consejero delegado, responsable de Transporte y Defensa. Ambos ejecutivos llevaban desde 2021 compartiendo la dirección de la multinacional tecnológica española bajo el mandato del presidente, Marc Murtra, que no ostenta poderes ejecutivos. Aunque la estructura de cogobernanza había funcionado bien durante estos meses, de hecho la compañía registró ingresos récord durante el año pasado, los roces entre los dos ejecutivos han sido inevitables por la peculiar estructura impuesta por el consejo de administración tras la llegada de Murtra a la compañía.
“El consejo ha dejado constancia de la valiosa contribución de Ruiz y ha valorado muy positivamente su gestión en el área de negocios de las Tecnologías de la Información”, explica la empresa en la nota registrada en la CNMV.
El consejo prevé ahora nombrar a Luis Abril Mazuelas, número dos de Ruiz, como nuevo consejero ejecutivo y director general de Minsait, para asegurar la continuidad del plan estratégico. Abril es miembro del comité de dirección y era responsable del área de Energía, Industria, Consumo y Soluciones empresariales. Ignacio Mataix quedará como único consejero delegado responsable de todas las áreas, según explican fuentes del grupo tecnológico.
La dimisión de Ruiz permitirá a la empresa simplificar su estructura y reforzará la figura de Murtra. Este ingeniero industrial, con una amplía experiencia profesional y muy vinculado al PSC, fue nombrado en mayo del año pasado a instancias del Gobierno mediante una propuesta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), primer accionista de la compañía con una participación del 18,7% del capital. Su designación, en sustitución de Fernando Abril-Martorell, causó cierto revuelo en los mercados financieros, que vieron en la operación un intento de La Moncloa para controlar la compañía. La entonces portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, tuvo que salir a explicar que tras el movimiento no había “lecturas políticas”.
Tras unas semanas de tensión, el consejo de administración de Indra nombró finalmente a Murtra como presidente del grupo en mayo de 2021. La compañía ha vivido meses ajetreados desde entonces. La comisión de nombramientos del consejo del grupo tecnológico puso objeciones al nombramiento de Murtra y cuando ratificó su nombramiento lo hizo limitando sus poderes y con dos consejeros delegados para que se repartieran el poder y gestionaran la empresa. Desde entonces, el primer directivo catalán se ha movido para tratar de recuperar el poder ejecutivo que tradicionalmente han tenido los presidentes en la empresa.
A finales del pasado diciembre, la empresa de defensa SAPA se hizo con el 5% de Indra por 90,8 millones de euros. La compañía vasca se convirtió así en el tercer accionista de la firma. Además, la SEPI, el brazo industrial del Estado, anunció hace un par de meses que elevará su participación en el capital de Indra al 25%. Un movimiento que se interpretó como una maniobra del Gobierno para controlar el consejo para restituir los poderes ejecutivos a Murtra. Tras el anuncio, los inversores castigaron a la compañía en Bolsa con fuertes caídas. Lo cierto es que ambos movimientos en el capital provocarán que la junta de accionistas apruebe una nueva estructura en el consejo de administración con el nombramiento de nuevos consejeros.