La inversión española en el Reino Unido comienza a dar el Brexit por amortizado
La firma del Acuerdo Comercial entre Londres y Bruselas ha hecho que más la mitad de las empresas comiencen a ver con optimismo el clima económico del país, según el Barómetro de la Cámara de Comercio de España en el Reino Unido
Al dinero no le gusta la incertidumbre, y el Brexit sigue siendo una aventura política cargada de dudas y sombras. Pero el Reino Unido resulta demasiado atractivo como para darle la espalda. Más de la mitad (54%) de las 102 empresas españolas con inversión directa en el país, consultadas para el III Barómetro realizado por la Cámara de Comercio de España (SCC, en sus siglas en inglés), consideran que el clima económico britá...
Al dinero no le gusta la incertidumbre, y el Brexit sigue siendo una aventura política cargada de dudas y sombras. Pero el Reino Unido resulta demasiado atractivo como para darle la espalda. Más de la mitad (54%) de las 102 empresas españolas con inversión directa en el país, consultadas para el III Barómetro realizado por la Cámara de Comercio de España (SCC, en sus siglas en inglés), consideran que el clima económico británico es “aceptable” o “bueno”. La entrada en vigor del Acuerdo Comercial firmado entre Londres y Bruselas, a principios del 2021, ha traído una estabilidad y una seguridad jurídica que ha tranquilizado a muchas compañías. Un año antes, en el barómetro anterior, dos de cada tres empresas tenían una visión muy negativa del clima de negocios del Reino Unido. “Aunque el comercio bilateral ha caído, en gran parte por las restricciones derivadas de la pandemia, las compañías españolas continúan contemplando al Reino Unido como un mercado prioritario”, asegura Eduardo Barrachina, el presidente de la SCC.
Desde una perspectiva histórica, Gran Bretaña se mantiene como el destino más importante de la inversión directa española. Supone un 16% de esa inversión, solo superado por el 19,4% que se dirige al mercado estadounidense. Los sectores financieros y de telecomunicaciones son los principales receptores, seguidos por el suministro energético, los seguros, el transporte aéreo, la venta minorista o la hostelería. La aportación española a la economía británica generó 161.000 puestos de trabajo en 2019, el último año del que hay datos disponibles.
La principal queja de las compañías consultadas se centra en la situación actual del mercado laboral británico. Su percepción se ha deteriorado en el plazo de un año. Un 22% de las empresas creen que la ley vigente no les permite satisfacer sus necesidades de empleo, y un 27% no encuentran los empleados con la cualificación apropiada. El empeoramiento de la situación se debe fundamentalmente al fin de la libertad de movimiento de los ciudadanos de la UE, y a las nuevas leyes de inmigración mucho más restrictivas.
Un 91% de las firmas que han participado en el Barómetro aseguran que el mercado británico sigue siendo estratégico para ellas, y más de la mitad, un 58%, no han alterado sus planes de inversión en el país de un modo significativo durante los años en que se prolongó todo el proceso del Brexit. Los nuevos trámites burocráticos, en términos aduaneros y de controles sanitarios, todavía no han sido completamente implementados por el Gobierno británico ni se han acabado de preparar para ellos algunas empresas. El futuro inmediato sigue cargado de incertidumbre, pero hasta un 42% de las compañías tienen previsto aumentar su inversión en el Reino Unido durante 2022.