El precio de la luz seguirá disparado este sábado por encima de los 150 euros megavatio hora

El máximo en el tramo horario, que se producirá entre las 22.00 y las 23.00 horas, alcanzará otro récord de 165 euros.

Cuarto de contadores de la luz en un edificio de Sevilla, este viernes.PACO PUENTES

El precio de la luz en el mercado mayorista tendrá un ligero descenso este sábado tras el superrécord histórico alcanzado este viernes. No obstante, el resultado de la subasta en el mercado mayorista arroja un precio de 150,78 euros megavatio hora (MWh), lo que supone el sábado más caro de la historia. La cotización de la electricidad se mantiene en cotas históricamente elevadas, superando por segundo día consecutivo la barrera de los 150 euros. El precio qu...

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El precio de la luz en el mercado mayorista tendrá un ligero descenso este sábado tras el superrécord histórico alcanzado este viernes. No obstante, el resultado de la subasta en el mercado mayorista arroja un precio de 150,78 euros megavatio hora (MWh), lo que supone el sábado más caro de la historia. La cotización de la electricidad se mantiene en cotas históricamente elevadas, superando por segundo día consecutivo la barrera de los 150 euros. El precio que marcará mañana sábado es además solo un 0,9% inferior (un 1,5 euros) al registrado este viernes cuando alcanzó los 152,32 euros, el más alto de la historia y que ya había superado en más de 11 euros el récord del día anterior. Este precio del sábado es el segundo más alto, pese a que suele relajarse los fines de semana, en los que todas las horas son valle y, por tanto, más baratas. El precio máximo, que se producirá entre las 22.00 y las 23.00 será de 165 euros, que sigue marca otro récord, y el mínimo, 120,48 euros, a las cinco de la tarde.

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Ante ello el Ejecutivo ha decidido adoptar nuevas medidas para reducir el impacto que esta subida pueda tener en la factura mensual, que en agosto ha supuesto unos seis euros más cara que hace un año, según fuentes empresariales. Se espera que, entre esas medidas, se incluyan la reducción del impuesto de la electricidad (un 5,11%) que se carga sobre la tarifa con el objeto de transferir posteriormente a las comunidades autónomas. Ello obligará a negociar una compensación. Asimismo, el ministerio de Transición Ecológica estudia otras medidas como las modificaciones en los cargos que se añaden a la tarifa, como los costes extrapeninsulares, las primas a las renovables o los fondos destinados al déficit tarifario.

Las medidas se añaden a la bajada, decidida hasta fin de año, del IVA del 21% al 10% y la supresión del impuesto de generación (del 7%) para todos los consumidores con potencia contratada hasta 10 kilovatios (kW), siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por megavatio hora (MWh). La suspensión del 7% del impuesto sobre el valor de producción de energía eléctrica ya se aplicó en 2018 durante seis meses para contener otra ola alcista.

Las oscilaciones en el precio diario afectan a los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC), unos 10,5 millones, mientras que están exentos los que están en el mercado libre (unos 17 millones) y que negocian el precio con las comercializadoras. No obstante, los consumidores de este segmento también verán la repercusión en sus contratos más adelante, normalmente referenciados a una serie de cláusulas.

El aumento, que se ha producido de forma casi diaria desde el pasado junio, se debe, además de al alto precio del gas, a los de los derechos de emisión de CO₂, por encima de los 60 euros la tonelada. A ello se sumaron durante el verano la menor contribución de las renovables en el mix energético (al haber poco viento, han entrado en funcionamiento los ciclos combinados que consumen gas, más caro, y fijan el precio marginal) y las altas temperaturas, que en algunos lugares del país superaron los 40 grados. Ahora, sin las altas temperaturas, sigue habiendo poco viento, lo que provoca que no pueda contribuir en la elaboración de los precios. Esto afecta a todos los países, aunque Francia, Alemania y los países de Europa central marcan precio mucho más bajos que España, Portugal, Italia o Grecia.

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