El consejo de Repsol arropa a su presidente, Antonio Brufau, ante la imputación en el ‘caso Villarejo’
El máximo órgano de la firma petrolera y las distintas comisiones del grupo concluyen que “no existe conducta ilícita” en su actuación
El consejo de administración de Repsol ha concedido el respaldo unánime a su presidente, Antonio Brufau, y al consejero secretario, Luis Suárez de Lezo, ante la reciente imputación dentro de la investigación por el presunto pago de comisiones al comisario retirado José Manuel Villarejo relativas a espionaje que este realizó al empresario Luis del Rivero entre 2011 y 2012 cuando este era presidente de Sacyr. Ambos ejecutivos han sido imputados por el juez Manuel García-Castellón a petición del fiscal, al igual que el expresidente de CaixaBank, Isidro Fainé. Ambos tendrán que declarar el próximo...
El consejo de administración de Repsol ha concedido el respaldo unánime a su presidente, Antonio Brufau, y al consejero secretario, Luis Suárez de Lezo, ante la reciente imputación dentro de la investigación por el presunto pago de comisiones al comisario retirado José Manuel Villarejo relativas a espionaje que este realizó al empresario Luis del Rivero entre 2011 y 2012 cuando este era presidente de Sacyr. Ambos ejecutivos han sido imputados por el juez Manuel García-Castellón a petición del fiscal, al igual que el expresidente de CaixaBank, Isidro Fainé. Ambos tendrán que declarar el próximo 29 de abril en la pieza separada del caso Tándem.
El consejo ha analizado “toda la información relevante sobre la contratación de la empresa de investigación Cenyt [la empresa del comisario] por parte de Repsol y las últimas resoluciones judiciales conocidas sobre este asunto” en una reunión extraordinaria, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un hecho relevante. El consejo apoya a ambos “por su impecable actuación profesional” y les da su total confianza “en su plena honorabilidad personal”, al tiempo que se compromete a colaborar plenamente con la Justicia para el esclarecimiento de los hechos.
Antes del citado consejo también hubo reuniones extraordinarias y monográficas de las distintas comisiones involucradas como paso previo para el citado consejo: la Comisión de Auditoría y Control, previamente informada en sucesivas ocasiones sobre los trabajos de investigación interna realizados respecto de dicha contratación y de la contestación por parte de la compañía a las solicitudes judiciales de información; la Comisión de Nombramientos, a los efectos de informar al pleno del consejo de administración lo que estime pertinente conforme a lo dispuesto en la Recomendación 22 del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas y en los artículos 16 y 19 del Reglamento del Consejo de Administración, y la Comisión de los Consejeros Independientes, convocados por el consejero independiente coordinador en ejercicio de las funciones que le atribuye el artículo 28 del Reglamento del Consejo de Administración.
Según el comunicado de la empresa, “tras revisar los exhaustivos trabajos internos de investigación sobre dicha contratación, llevados a cabo a petición de la Comisión de Ética y Cumplimiento a través del área de cumplimiento dentro de la función que tiene atribuida, con la ayuda forense de expertos independientes, y de la información dispuesta hasta la fecha resultante de las actuaciones judiciales, las distintas comisiones han confirmado que no existe conducta ilícita alguna o contraria al Código de Ética y Conducta por parte de ningún consejero, directivo o empleado de la compañía, actuales o pasados, en relación con dicha contratación de servicios de información, que se llevó a cabo por el área experta y competente para ello y cumpliendo con la ley y con los procedimientos internos de la compañía”.
El espionaje sobre Del Rivero se produjo tras firmar Sacyr un pacto con Petróleos Mexicanos (Pemex) para tomar el control de Repsol en contra de los intereses del presidente. Las dos empresas eran en aquel momento accionistas representativos de Repsol y miembros del consejo de administración, como también lo era La Caixa, que tenía el principal paquete de acciones y había colocado a Brufau en la presidencia en 2004 tras tomar el control. La acusación apunta la intervención de Brufau en la contratación del comisario por la actitud de Sacyr y la colaboración de la entidad financiera.