Abengoa amplía hasta el 27 de julio las negociaciones para su plan de salvación
El consejo de la empresa quiere agotar todas las vías antes de presentar concurso de acreedores
Abengoa amplía el plazo de renegociación de deuda con su banca acreedora hasta el 27 de julio. La tecnológica, inmersa en problemas financieros desde hace años, no ha llegado a un pacto con las entidades en los últimos días, así que su consejo de administración decidió alargar las conversaciones casi dos semanas más, según ha informado a la CNMV. El último escollo en las conversaciones han sido las quitas y capitalizaciones de la deuda de la empresa.
El consejo de administración quiere apurar todas las alternativas y evitar el concurso de acreedores. A partir de ahora, en dos semanas t...
Abengoa amplía el plazo de renegociación de deuda con su banca acreedora hasta el 27 de julio. La tecnológica, inmersa en problemas financieros desde hace años, no ha llegado a un pacto con las entidades en los últimos días, así que su consejo de administración decidió alargar las conversaciones casi dos semanas más, según ha informado a la CNMV. El último escollo en las conversaciones han sido las quitas y capitalizaciones de la deuda de la empresa.
El consejo de administración quiere apurar todas las alternativas y evitar el concurso de acreedores. A partir de ahora, en dos semanas tratará de convencer a los acreedores de que apoyen el plan de viabilidad. Este se traduce en una la línea de financiación de 250 millones de euros con la garantía del ICO, el acuerdo con los proveedores y acreedores comerciales, la modificación de determinadas condiciones de la deuda y la disposición de una línea de avales de hasta 300 millones.
Hasta el momento la empresa ha avanzado con el respaldo de la Administración para que las entidades públicas ICO y Cesce participen en las ayudas que ha previsto para sobrevivir. Pero quedaba pendiente el apoyo de las entidades financieras. Asimismo, los proveedores y fondos de inversión se han mostrado conformes, según fuentes del entorno empresarial.
Fuentes bancarias informaron de que quedaba tiempo para seguir trabajando por una solución y que son “más o menos optimistas” para cerrar el acuerdo.
A finales de junio, Abengoa se vio obligada a pedir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la ampliación del plazo para presentar las cuentas del ejercicio pasado ante la falta de acuerdo con la banca para un plan cuya negociación también se amplió. Se consideró que el plazo era “razonable para que se puedan despejar las incertidumbres y a la vista de la situación de liquidez”. Sin embargo, ha vuelto a ampliarse la cuenta atrás.
Precisamente, la CNMV ha suspendido esta martes la cotización del valor tras producirse una subida del 55%. A juicio del organismo regulador, la decisión se debió a que se estaban produciendo movimientos descontrolados derivados de informaciones parciales, que paralelamente investiga. La suspensión se mantendrá hasta que se aclare la situación, mientras la empresa se ha limitado a informar de que está negociando, como recoge el hecho relevante.
La propuesta de Abengoa a los acreedores consiste en una nueva financiación a cinco años por 250 millones de euros de instituciones financieras, respaldadas por la garantía del ICO, así como una línea de avales por 300 millones adicionales de los bancos, cubiertos con la garantía Cesce. En total, 550 millones. Además, plantea a los bancos acreedores (Santander, Bankia, CaixaBank, Crédit Agricole, BBVA y Bankinter) la modificación de algunas condiciones de la deuda, lo que implica quitas y capitalizaciones de la misma.
Esta se ha convertido en la clave que ha empantanado las negociaciones por parte de las entidades financieras. Casi todas son ya accionistas de la empresa por la conversión de deuda. El Santander es el principal, con un 2,84%, seguido de la firma estadounidense Charles Schwab (1,6%), CaixaBank (0,34%), Bankia (0,3%) y el Estado y BBVA, con una participación cada uno del 0,29%.
Además, el plan propone a los proveedores, a los que adeuda 1.200 millones, el cobro de los laudos internacionales pendientes con España, a la que reclama 1.182 millones por la retribución de las primas de las renovables que se suspendieron.
Esta negociación se produce bajo el peso de una deuda financiera de cerca de 6.000 millones y un patrimonio negativo por valor de 388 millones por el que, formalmente, ya se encuentra en causa de disolución. La empresa no pudo hacer frente al pago de la totalidad de la nómina de junio. Abengoa cuenta con una plantilla de 14.000 personas, unos 2.500 en España.
Según el grupo de ingeniería, que el año pasado perdió 517 millones de euros, su situación límite se debe en gran parte a la crisis sanitaria, pero a ello se une la evolución de la compañía en 2019 y el retraso de la venta de ciertos activos y otras monetizaciones previstas.
Esta es la tercera situación crítica a la que se enfrenta la compañía sevillana, que superó dos reestructuraciones tras el estallido de la crisis en 2015. Abengoa pudo reforzar su estructura de capital y centrarse en la ingeniería para terceros.