El Banco de España estima que casi uno de cada tres ocupados puede teletrabajar
El supervisor indica que unos seis millones de españoles pueden trabajar a distancia, de los que más de la mitad tienen formación universitaria
El Banco de España ha elaborado un estudio sobre el teletrabajo ahora que esta fórmula se ha impuesto para frenar la pandemia de coronavirus. En 2019 un 8% trabajaba al menos ocasionalmente desde su hogar, unos dos puntos porcentuales más que hace una década con datos de la Encuesta de Población Activa. Sin embargo, según el análisis del organismo supervisor publicado este martes, alrededor de un 30% de los ocupados puede teletrabajar, es decir, unos 6 millones de trabajadores, casi uno de cada tres....
El Banco de España ha elaborado un estudio sobre el teletrabajo ahora que esta fórmula se ha impuesto para frenar la pandemia de coronavirus. En 2019 un 8% trabajaba al menos ocasionalmente desde su hogar, unos dos puntos porcentuales más que hace una década con datos de la Encuesta de Población Activa. Sin embargo, según el análisis del organismo supervisor publicado este martes, alrededor de un 30% de los ocupados puede teletrabajar, es decir, unos 6 millones de trabajadores, casi uno de cada tres. Y su distribución resulta profundamente desigual: se pueden aprovechar más de esta forma de trabajar sobre todo los que tienen formación universitaria; en cambio, “aquellos con menor nivel educativo tienen dificultades para poder beneficiarse de esta modalidad”, señala el documento del servicio de estudios del banco.
De los seis millones que pueden hacerlo, algo más de la mitad cuenta al menos con un título universitario, y solo un 16% no ha alcanzado el bachiller. Es decir, las implicaciones para la desigualdad económica de este periodo de distanciamiento forzado son enormes. Según una encuesta que ha llevado a cabo el Banco de España, el 80% de las empresas ha aumentado el teletrabajo para que su actividad no se resienta por las restricciones.
A partir de un análisis de las características de los empleos, el banco calcula que aproximadamente entre un 50% y un 60% de los trabajadores cualificados podría desempeñar su labor a distancia. Esto es: técnicos, profesionales, científicos, intelectuales, directores y gerentes. Y concluye que las Administraciones Públicas son precisamente la rama de la economía que tiene mayor margen para mejorar su uso al utilizarlo muy poco. También podría mejorar el comercio, la energía, el transporte y almacenamiento, las manufacturas y las actividades recreativas. Ya lo emplean los sectores de la información, inmobiliario, financiero y profesionales, pero podrían aprovecharlo aún más. Por tamaño, las compañías con más de 50 trabajadores son las que podrían aumentar más el trabajo remoto, según las conclusiones del estudio. Y, lógicamente, los autónomos están entre los que más recurren a él: un 56% de ellos teletrabajaron en 2019 más de la mitad de los días.
El teletrabajo puede elevar la productividad si se organiza bien y para tareas creativas. Sin embargo, esto es más dudoso cuando se trata de actividades complejas, urgentes o sin haber realizado la inversión adecuada previa. Al haberse implementado por la crisis sanitaria a toda prisa y de forma excepcional, probablemente esté empeorando la productividad, explica el informe. “Es posible que en algunos casos se esté haciendo una adaptación laboral en una situación extraordinaria y que algunas tareas que en condiciones normales sería deseable realizarlas en el centro de trabajo se estén llevando a cabo desde el domicilio”, subraya.
Las encuestas dicen que los que teletrabajan están satisfechos por ahorrarse los desplazamientos y por disponer de horarios flexibles. Pero en general todos se sienten algo más aislados, pierden la noción del horario, están más tiempo pendientes del trabajo y, en consecuencia, presentan una mayor propensión a problemas de estrés o depresión. Lo ideal sería que se combinase con las tareas presenciales, no hacerlo a tiempo completo, precisa el organismo.
En cualquier caso, antes del confinamiento España tenía bastante margen para avanzar en este campo, ya que se encontraba en su uso por debajo de la media del euro y lejos de los países del norte como Holanda o Suecia, donde estas prácticas están muy arraigadas y en 2019 ya superaban cotas del 30%. En Francia era del 20%. Y en Alemania, del 11%. “En la actual fase de desescalada el teletrabajo puede ayudar a un retorno progresivo a los puestos de trabajo que haga compatible la actividad con el mantenimiento de la distancia de seguridad y limitar la posibilidad de rebrotes”, recuerda el informe.