Iberdrola se compromete a acelerar las inversiones para reactivar la economía
La eléctrica anuncia una cifra récord de 10.000 millones y la creación de 5.000 empleos este año
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se ha comprometido este jueves ante sus accionistas a realizar unas inversiones de 10.000 millones de euros este ejercicio. En una junta general telemática y marcada por la crisis sanitaria, el ejecutivo ha asegurado que “la aceleración de las inversiones, una vez finalizada la actual situación excepcional, es la mejor fórmula para salir de este escenario de crisis e incertidumbre, pudiendo contribuir a la activi...
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se ha comprometido este jueves ante sus accionistas a realizar unas inversiones de 10.000 millones de euros este ejercicio. En una junta general telemática y marcada por la crisis sanitaria, el ejecutivo ha asegurado que “la aceleración de las inversiones, una vez finalizada la actual situación excepcional, es la mejor fórmula para salir de este escenario de crisis e incertidumbre, pudiendo contribuir a la actividad económica y evitar la destrucción de empleo”.
En ese plano, también prevé la contratación de 5.000 personas, tras incorporar 3.500 en 2019. De esa forna, superará los 40.000 empleados. Asimismo, Galán ha destacado que la compañía ha adelantado pedidos a miles de proveedores por importe superior a los 3.800 millones, con lo que los acuerdos en curso para entrega hasta 2023 superan los 20.000 millones.
Sánchez Galán se ha dirigido a los más de 600.000 accionistas de la sociedad desde la sede social de Bilbao en la que se ha convertido en la primera gran junta general de accionistas 100% telemática de la historia. Sin el calor humano que tanto le gusta, el ejecutivo de Salamanca sacó adelante la junta con un quorum del 77,04% del capital social. Durante su intervención, ha aprovechado para lanzar una llamada a la responsabilidad y la colaboración para paliar los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, tema al que ha dedicado una buena parte de un discurso de 18 minutos.
Ya el año pasado las inversiones alcanzaron el nivel récord con 8.158 millones de euros, un 32% más. Se pusieron en funcionamiento proyectos que suman una capacidad de 5.500 MW, quintuplicando la media de nueva capacidad instalada en los últimos años. El beneficio operativo bruto (ebitda) del grupo superó por primera vez los 10.000 millones y el beneficio neto aumentó un 13% hasta los 3.406 millones. Estos resultados permiten un reparto de dividendo de 0,40 euros por acción.
Para este año, Galán ha afirmado que “el plan de inversiones previsto, junto con la contención de los gastos, e incluso asumiendo los costes de las medidas extraordinarias que hemos adoptado y los desembolsos para la adquisición del material sanitario, nos llevan a esperar, con los datos que tenemos a la fecha, que en 2020 el beneficio neto pueda superar el de 2019, y que el dividendo crezca en esa misma línea".
El esfuerzo de la empresa permitirá, según Galán, que de los 9.000 megavatios (MW) de nueva capacidad actualmente en construcción, al menos la mitad entrarán en operación durante el presente ejercicio. En concreto, Iberdrola construye actualmente en todo el mundo en 30 plantas solares fotovoltaicas, 50 parques eólicos terrestres, nuevos parques eólicos marinos, la gigabatería de bombeo del complejo del Támega (Portugal), más de 5.000 kilómetros de líneas de transmisión de muy alta tensión en Brasil y nuevas redes de distribución en Estados Unidos.
Galán, que ha destacado el compromiso de la empresa con el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, ha pedido a Bruselas que acelere la puesta en marcha del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), cuyo contenido ha alabado. En ese sentido, también reclamó que se agilice el sistema de permisos.
Manteniendo una oferta de colaboración continua, Galán ha insistido “la disposición total de Iberdrola a ejercer su papel como empresa tractora tan pronto como salgamos de la coyuntura actual", momento en que la dinamización de la actividad económica y del empleo "va a ser más necesaria que nunca". Esa actividad repercutirá en las arcas públicas de los países en los que está presente. Solo en 2019, la contribución fiscal de Iberdrola ascendió a 14.000 millones de euros, de los que 8.000 millones correspondieron a impuestos directos en la cuenta de resultados o bien recaudados por cuenta de clientes y empleados.
La junta más corta
También ha destacado que la eléctrica participa en la adquisición, de acuerdo con las instituciones competentes y junto a otras empresas, de material sanitario y de prevención por un importe de, al menos, 25 millones de euros. En concreto, la compañía entregará a las autoridades sanitarias respiradores, trajes sanitarios y mascarillas.
El presidente de Iberdrola ha agradecido la labor de los profesionales de la firma que siguen trabajando para poder garantizar el suministro eléctrico durante estas semanas. Ha reseñado, en ese sentido, que la empresa se puso en marcha para asegurar el suministro eléctrico, "garantizando el empleo de todos nuestros trabajadores y tratando de evitar la destrucción de empleo de decenas de miles de personas que trabajan en las empresas de nuestros proveedores, manteniendo a la vez las máximas precauciones de seguridad y salud.”
En total, ha tomado 107 medidas a nivel global durante esta crisis, en la que más de un 90% de la plantilla de oficina se encuentra teletrabajando y en la que se ha reorganizado el trabajo de personal de exterior de las centrales y de las redes de transporte y distribución. “En resumen, la respuesta de Iberdrola a la crisis de la COVID-19 es plenamente consecuente con el modelo que lleva aplicando la eléctrica desde hace décadas, orientado a la creación de valor sostenible para accionistas, empleados y sociedad en general”. La compañía encara 2020 “con un horizonte empresarial consolidado, enfocada en la excelencia en el servicio”, según ha significado Galán en el turno de preguntas, que se limitó a seis intervenciones leídas y que permitieron que la primera junta de accionistas 100% telemática fuera también la más corta (48 minutos).