Opinión

La ayuda mutua en Europa

Urge que Alemania y el resto de países del norte, asuman que la UE debe crear eurobonos, que supone compartir riesgos, para financiar al menor coste a las naciones más frágiles

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.ETIENNE ANSOTTE

La lucha emprendida por los países contra el coronavirus es más difícil y costosa en vidas humanas que todo lo imaginado. Los recursos requeridos para equipar los servicios sanitarios desbordan todas previsiones y el necesario confinamiento de personas para vencer la epidemia está conduciendo a una recesión económica de dimensiones muy gravosas.

La ayuda mutua, que inspira la acción de sanitarios, servidores públicos y ciudadanos en puestos clave, es la principal guía de actuación dentro de los Estados y en las relaciones con otros países. Tal como está organizada la economía, la supera...

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La lucha emprendida por los países contra el coronavirus es más difícil y costosa en vidas humanas que todo lo imaginado. Los recursos requeridos para equipar los servicios sanitarios desbordan todas previsiones y el necesario confinamiento de personas para vencer la epidemia está conduciendo a una recesión económica de dimensiones muy gravosas.

La ayuda mutua, que inspira la acción de sanitarios, servidores públicos y ciudadanos en puestos clave, es la principal guía de actuación dentro de los Estados y en las relaciones con otros países. Tal como está organizada la economía, la superación de la crisis en los países europeos depende absolutamente de las decisiones que adopte la Unión Europa. Hará falta mucho dinero y mucha solidaridad, para dotar los servicios sanitarios y evitar la destrucción de empresas y empleos.

El 18 marzo, el Banco Central Europeo (BCE) puso a disposición de Estados y empresas 750.000 millones de euros para adquirir deuda pública y privada. Esta intervención sin precedentes relajó las tensiones en los mercados financieros, que habían empezado a disparar peligrosamente el coste de la deuda en varios países. Italia y España vieron como el coste de financiación era un 3% y un 1,5%, respectivamente más caro que en Alemania. Tras la intervención las diferencias se redujeron al 2% y 1%, respectivamente.

Se había conseguido un alivio solo momentáneo. Italia y España, los países más castigados por la pandemia y con una deuda del 135% y 100% del PIB, respectivamente, precisan más apoyo. La política monetaria del BCE es insuficiente. El banco central está ya muy cargado de deuda italiana y tiene poco margen para adquirir más.

Hace falta la política fiscal. En la anterior crisis se creó el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) del que quedan disponibles 410.000 millones de euros. Emplear estos recursos permitiría financiar a los países necesitados a un coste del 0,1%. Estas diferencias de coste en una situación límite son vitales. Aún no se ha decidido. Pero dadas las dimensiones de la tragedia esto también es insuficiente.

Urge que Alemania y el resto de países del norte, asuman que la UE debe crear eurobonos, que supone compartir riesgos, para financiar al menor coste a las naciones más frágiles. La gravedad de la situación la han señalado el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Conte pide que el MEDE, el mecanismo europeo de rescate, abra líneas de crédito para ayudar a todos los Estados a luchar contra las consecuencias del coronavirus. El gobernador ha reclamado, por su parte, la creación de nuevas herramientas entre las que se debe priorizar “las que refuercen la capacidad de compartir mutualizar el riesgo presupuestario de los Estados”. Y recuerda que “hay que poner en valor el principio de solidaridad sobre el que se fundó el proyecto europeo”.

Sin ayuda mutua no hay Europa. El ex primer ministro italiano Mario Monti, ha advertido a la canciller alemana, Angela Merkel, en el Corriere della sera, que “quizá tenga que elegir entre que nazcan los eurobonos o dejar morir el BCE”.

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