Volkswagen reducirá sus inversiones mundiales en 1.000 millones anuales

El fabricante de automóviles apuesta por el coche eléctrico para salir de la crisis

Concesionario Volkswagen en Berlín.Sean Gallup (Getty Images)

Con cuentagotas, Volkswagen va dando a conocer los pasos con los que pretende salir de la monumental crisis que atraviesa. La empresa, que ya dijo que cancelará o aplazará las inversiones “no estrictamente necesarias”, pone ahora cifras al tijeretazo: 1.000 millones menos de inversión al año. Y apuesta por el coche eléctrico. Mientras, los problemas continúan. El último: podría tener que devolver las primas por desguace con las que Alemania incentivó la compra de coches nuevos.

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Con cuentagotas, Volkswagen va dando a conocer los pasos con los que pretende salir de la monumental crisis que atraviesa. La empresa, que ya dijo que cancelará o aplazará las inversiones “no estrictamente necesarias”, pone ahora cifras al tijeretazo: 1.000 millones menos de inversión al año. Y apuesta por el coche eléctrico. Mientras, los problemas continúan. El último: podría tener que devolver las primas por desguace con las que Alemania incentivó la compra de coches nuevos.

El club de fútbol de Wolfsurgo ya nota la crisis

Los responsables del VfL de Wolfsburgo, club de fútbol propiedad al 100% de Volkswagen, insistieron desde el estallido del escándalo que la crisis de su matriz no debía afectarles. "El valor del club va a permanecer intacto", decía el gerente, Klaus Allofs.

Pero el plan de ahorro obligado de Volkswagen hace que ahora se posponga sine die la construcción de un centro para la cantera con un coste de unos 40 millones de euros. "Creo que es comprensible posponerlo por ahora", se justificó Allofs.

Volkswagen quiere ahorrar todo lo posible. Sabe que la trama para engañar a las autoridades medioambientales sobre los gases contaminantes de sus coches puede costarle —entre demandas, multas, varios millones de reparaciones y caídas en las ventas y del prestigio— muchos, muchos miles de millones de euros. Los expertos coinciden en que los 6.500 millones que la empresa dotó por futuras pérdidas serán insuficientes. Y algunos analistas elevan la factura final a una cifra en torno a 35.000 millones. Matthias Müller, el hombre que se hizo cargo del gigante europeo del automóvil hace tres semanas, quiere intensificar un plan ahorro que ya había puesto en marcha su antecesor, Martin Winterkorn, con el que preveía ahorrar 5.000 millones de euros anuales a partir de 2018.

El Gobierno español insiste en que el recorte no afectará a las inversiones previstas en España. El ministro de Industria, José Manuel Soria, mantuvo el martes una reunión con los sindicatos en la que acordaron crear un grupo de seguimiento para que se garanticen las inversiones previstas en las plantas de Navarra y Cataluña, que ascienden a 4.200 millones de euros en los próximos cinco años, informa Álvaro Sánchez.

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Los dolores de cabeza para Müller van a ser duraderos. La devolución de las ayudas con las que el Gobierno alemán quiso incentivar la compra para retirar del mercado los modelos más antiguos y contaminantes podría costarle a Volkswagen otros cuantos cientos de millones de euros. Además, la compañía afronta otro escándalo que no tiene que ver con el de las emisiones de gases, sino con las acusaciones de la fiscalía brasileña de haber colaborado con la dictadura militar del país suramericano en los años sesenta y setenta.

Apuesta por el eléctrico

Pese a todos estos problemas y la oleada de demandas que afronta por el mundo —desde EE UU hasta China—, Volkswagen quiso el martes mirar hacia adelante. La empresa anunció que mientras busca partidas de gastos que pueda reducir, planea reorientar sus coches diésel hacia el uso de tecnologías más avanzadas y una nueva generación de vehículos Phaeton tan solo eléctricos. La idea es que este modelo lanzado en 2002 como una apuesta personal del antiguo patriarca Ferdinand Piëch alcance en su nueva versión eléctrica una autonomía superior a 300 kilómetros.

“Nos reposicionamos para el futuro. Seremos más eficientes”, afirmó Herbert Diess, máximo ejecutivo de la marca Volkswagen. Algunos analistas aplauden la apuesta por los coches eléctricos e híbridos. “Hay una oportunidad real de que Volkswagen extraiga algo positivo de todo este desastre del diésel”, aseguró a Reuters Stefan Bratzel, del think-tank Centro de la Gestión de la Automoción.

Mientras, el Gobierno alemán limita los efectos del escándalo. “Estoy convencido de que los problemas de Volkswagen no van a tener un efecto duradero en la economía alemana”, dijo el ministro de Economía, Sigmar Gabriel.

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