La troika realiza en febrero la penúltima revisión de las cuentas de Portugal
La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, la troika acreedora, inician el próximo 20 de febrero la undécima y penúltima evaluación trimestral del rescate financiero a Portugal.
Según informó hoy el Gobierno conservador de Portugal, la visita de los técnicos de los tres organismos tendrá la meta de evaluar el trabajo realizado y la planificación del tramo final del programa de ayuda.
En las otras diez evaluaciones, Lisboa obtuvo el aprobado de las tres organizaciones, por lo que ya recibió la mayor parte de los 78.000 millones de euros del p...
La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, la troika acreedora, inician el próximo 20 de febrero la undécima y penúltima evaluación trimestral del rescate financiero a Portugal.
Según informó hoy el Gobierno conservador de Portugal, la visita de los técnicos de los tres organismos tendrá la meta de evaluar el trabajo realizado y la planificación del tramo final del programa de ayuda.
En las otras diez evaluaciones, Lisboa obtuvo el aprobado de las tres organizaciones, por lo que ya recibió la mayor parte de los 78.000 millones de euros del préstamo internacional, de los que 12.000 millones estaban destinados como colchón para el sector financiero.
El país, que firmó el rescate en mayo de 2011 para evitar el colapso de sus finanzas, atraviesa una de las peores recesiones que se recuerdan arrastrado por las condiciones pedidas por la troika.
Un aumento de impuestos, recortes en el sector público o aumentos del precio en servicios como la sanidad, la educación o los transportes son algunas de las medidas ejecutadas por el Gobierno para sanear las cuentas portuguesas.
No obstante, a menos de seis meses para que acabe el programa del rescate, Portugal ha registrado avances trimestrales en el PIB y un ligero descenso del desempleo (actualmente del 15,6 %), así como una notable reducción de las tasas para financiarse en el mercado.
Uno de los principales desafíos del país es precisamente saber cómo regresará a los mercados cuando acaben los fondos del préstamo internacional.
Podría hacerlo directamente, como Irlanda, que acabó su programa de rescate en diciembre de 2013, o con un crédito preventivo -menos arduo que un rescate- que evitase choques en su vuelta a los mercados.