CHINA REFORMAS

Las autoridades chinas dicen que "aún falta tiempo" para aplicar las reformas

Dos operarios de la construcción trabajan en una obra en la ciudad de Shenyang, en la provincia de Liaoning (China). EFE/ArchivoEFE

Las autoridades chinas aseguraron hoy que aún transcurrirá un tiempo para que "se hagan realidad" las amplias reformas económicas y sociales que fueron aprobadas en el Plenario del Partido Comunista (PCCh) hace una semana.

"La complejidad de la transición va a ser enorme. Es un proceso que va a durar años", dijo hoy en una rueda de prensa en Pekín Zhang Yansheng, secretario general del Comité Académico de la Comisión de Reforma y Desarrollo (equivalente a un ministerio chino de Fomento).

Uno de los objetivos del encuentro con la prensa fue el de "subrayar el impacto", dijo el alt...

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Las autoridades chinas aseguraron hoy que aún transcurrirá un tiempo para que "se hagan realidad" las amplias reformas económicas y sociales que fueron aprobadas en el Plenario del Partido Comunista (PCCh) hace una semana.

"La complejidad de la transición va a ser enorme. Es un proceso que va a durar años", dijo hoy en una rueda de prensa en Pekín Zhang Yansheng, secretario general del Comité Académico de la Comisión de Reforma y Desarrollo (equivalente a un ministerio chino de Fomento).

Uno de los objetivos del encuentro con la prensa fue el de "subrayar el impacto", dijo el alto funcionario, del documento final sobre el plenario publicado el viernes, en el que se aprobaron unas reformas que se equiparan en alcance y relevancia a las adoptadas bajo el liderazgo de Deng Xiaoping a finales de los 80.

Entre otras medidas, el actual documento contempla relajar la política del hijo único, abolir los campos de reeducación, permitir una mayor liberalización de la banca o reducir el monopolio de las empresas estatales en determinados sectores.

Sin especificar fechas concretas para la puesta en práctica de las reformas, Zhang destacó que "es momento de establecer un sistema de mercado más sostenible", y que uno de los principales cambios en el marco económico es que "se ha puesto el mismo énfasis en la importancia de la propiedad privada que en la de la pública".

"Se llevarán a cabo políticas de competitividad más neutrales", dijo, y añadió que "el Gobierno se retirará de algunos sectores y permitirá que el mercado se autorregule".

Hay tres objetivos, precisó: "el primero es desarrollar una economía de mercado más equitativa. El segundo es fomentar la innovación y la creatividad".

Y el tercero, agregó, "dar más responsabilidad al rol de China en el panorama internacional".

Zhang aseveró que se trata de "un momento similar a 1987", cuando comenzó la apertura de China al mercado, en cuanto a la necesidad de cambio, si bien "ahora las prioridades son distintas".

"Hay otras expectativas para China, como convertirse en una economía sostenible y reducir el impacto negativo de la contaminación en la salud".

Con la polución como uno de los problemas más graves en el país, Zhang aseguró que el Gobierno sopesa cambios en el modelo energético, excesivamente dependiente del carbón (que supone el 70 por ciento del suministro), y que se pretende impulsar el consumo de gas natural y de energías renovables.

Asimismo, se refirió a la relajación de la política del hijo único, que ahora permitirá a parejas tener dos vástagos si uno de los dos no tiene hermanos (antes los dos debían tener esta situación para que se les permitiera), como una medida que "se debe ajustar tanto en el aspecto social como en el económico".

En cuanto al primero, Zhang recalcó que la población china tiene "una mentalidad diferente: se casan más tarde y quieren vivir mejor", de forma que tienden a postergar la paternidad y, por lo tanto, tienen menos hijos.

En el lado económico, Zhang incidió en que, si no se flexibiliza esta política -que ha acarreado masivas esterilizaciones forzosas y abortos selectivos durante décadas en el país- se correrá el riesgo de que "la población joven no pueda sostener a una sociedad cada vez más envejecida".

"Hay más de 200 millones de personas en China con más de 60 años", agregó. "Si no se hubiese aplicado la reforma, habría en total más de 400 millones de personas en China".