ESPAÑA POBREZA

El número de usuarios de la Cruz Roja española se ha triplicado en cuatro años

Dos voluntarios de Cruz Roja explican las maniobras de reanimación con la ayuda de un muñeco durante una Feria de los Primeros Auxilios. EFE/ArchivoEFE

El número de personas atendidas en España por la Cruz Roja se ha triplicado en los últimos cuatro años, al pasar de 800.000 usuarios a 2.400.000, como consecuencia de la grave crisis económica que sufre el país.

Así lo explicó en una entrevista con Efe el secretario general de la Cruz Roja española, Leopoldo Pérez Suárez, quien asiste en Ginebra con varios homólogos a una reunión de coordinación de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

"No sólo de 2008 a 2012 el número se ha triplicado, sino que el perfil de nuestros usuarios se ha ampliado y tratamos ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El número de personas atendidas en España por la Cruz Roja se ha triplicado en los últimos cuatro años, al pasar de 800.000 usuarios a 2.400.000, como consecuencia de la grave crisis económica que sufre el país.

Así lo explicó en una entrevista con Efe el secretario general de la Cruz Roja española, Leopoldo Pérez Suárez, quien asiste en Ginebra con varios homólogos a una reunión de coordinación de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

"No sólo de 2008 a 2012 el número se ha triplicado, sino que el perfil de nuestros usuarios se ha ampliado y tratamos a personas que jamás antes habíamos asistido", explicó Pérez.

La Cruz Roja española realiza cada año un Informe de Vulnerabilidad para detectar el perfil de los beneficiarios de sus ayudas y las necesidades que éstos tienen.

De dichos informes se desprende que en los últimos años han aumentado de forma exponencial el número de personas mayores, de inmigrantes y de mujeres que asumen solas las cargas familiares.

En el caso de las personas mayores, la Cruz Roja española atiende a 300.000 pensionistas "que tienen que asumir cargas que antes no tenían, como mantener a hijos en paro, pagar las cuotas de comedor de nietos que, si no, no se les permite quedarse a comer, o pagarles el chándal o los libros escolares".

"En muchos casos, los mayores se están haciendo cargo del resto de la familia", puntualizó Pérez.

El número de familias inmigrantes también ha crecido de forma considerable, según explicó el secretario general de la organización, porque muchos de sus miembros trabajaban en el sector de la construcción, que fue el primero en hundirse.

Pero la Cruz Roja también atiende a familias de clase media "que vivían con cierto bienestar, porque ambos adultos trabajaban, y ahora no tienen ningún ingreso o muy escaso".

"No hay que olvidar que hay 1.200.000 familias en España en las que ninguno de los miembros tiene empleo".

Pérez citó el caso del municipio madrileño de Tres Cantos, "un lugar en el que antes teníamos una presencia mínima y en el que ahora trabajamos mucho, y es una ciudad de clase media".

Uno de los claros indicadores de la magnitud de las ayudas que otorga la Cruz Roja es el hecho de que el año pasado entregaron casi 37 millones de kilos de alimentos a más de un millón de personas de un fondo de alimentos aportado por la Unión Europea.

"Y hay que destacar que de 2004 a 2007 dejamos de usar este fondo porque no había necesidad", indicó.

Para evitar los guetos, la Cruz Roja no ha establecido centros de entrega de comida, sino que la distribuye directamente en las casas de los usuarios, o los beneficiarios van a buscarla a un centro pero evitando siempre las masificaciones.

"No queremos estigmatizar a la gente. Y siempre que podemos evitamos que se acumulen. Vienen puntualmente a buscar su cesta de comida, o les damos una tarjeta para que la canjeen por alimentos de primera necesidad en un establecimiento", explicó.

La crisis ha afectado a todas las capas de la sociedad y, si bien la pobreza ha alcanzado a las clases medias, se ha cebado en los más deprimidos, cuya situación de marginación ha aumentado, y el número de indigentes ha crecido.

Tras describir una acuciante situación, Pérez indicó un aspecto optimista y es el hecho de que las contribuciones a la institución han crecido.

"Actualmente tenemos 1.100.000 socios, 200.000 más que en 2008. La solidaridad existe y se demuestra en las contribuciones. La cuota media anual es de 100 euros, pero hay quien da mucho más o quien daba 100 y ahora da 50. Todo el mundo está afectado por la crisis pero hay conciencia de que hay muchos que lo están pasando peor que nosotros", indicó.

Por último, el secretario general de la Cruz Roja española instó a las administraciones a que en el esfuerzo de recortar el gasto no desmantelen la red de servicios sociales porque es un sosten básico para amplias capas de la población.