CRISIS EURO

Holanda rechaza dotar de licencia bancaria al fondo europeo de rescate

El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager. EFE/ArchivoEFE

El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, se mostró contrario a esta posibilidad en un debate parlamentario en el que admitió que la concesión de la licencia "podría conducir a cierta financiación", pero entraña más inconvenientes que ventajas, recogen las ediciones digitales de varios medios holandeses.

El rechazo holandés a la licencia bancaria se suma a la oposición de Alemania, lo que resta posibilidades a la medida para salir adelante.

Sin embargo, ayer mismo el primer ministro italiano, Mario Monti, volvió a insistir en que esa opción se haría realidad en su mome...

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El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, se mostró contrario a esta posibilidad en un debate parlamentario en el que admitió que la concesión de la licencia "podría conducir a cierta financiación", pero entraña más inconvenientes que ventajas, recogen las ediciones digitales de varios medios holandeses.

El rechazo holandés a la licencia bancaria se suma a la oposición de Alemania, lo que resta posibilidades a la medida para salir adelante.

Sin embargo, ayer mismo el primer ministro italiano, Mario Monti, volvió a insistir en que esa opción se haría realidad en su momento.

La posibilidad de que el MEDE obtenga una licencia bancaria facilitaría la compra de bonos soberanos por parte del fondo, ya fuese en el mercado primario o en el secundario, en el que en el pasado ha intervenido el Banco Central Europeo (BCE) para apoyar a los países en dificultades.

En concreto, solucionaría su máximo problema: los límites en su dotación, de 500.000 millones de euros, al poder depositar los bonos que posea como garantía ante el BCE para obtener liquidez ilimitada.

De Jager expresó en esa misma intervención parlamentaria su "pleno apoyo" a todos los países de la zona del euro, incluidos aquellos con problemas como España e Italia, pero reiteró que este apoyo no es incondicional y que estos países deben cumplir con los compromisos contraídos.

El ministro reconoció así que existe un dilema a la hora de lidiar con la crisis de la deuda, ya que por un lado se precisa enviar a los mercados financieros una señal de apoyo incondicional a los socios del euro y a la vez velar porque los países en problemas completen las reformas económicas y financieras necesarias.