La Fundación de las Cajas apela a acelerar fusiones y cierres de oficinas

Un estudio de Funcas calcula que sobran, al menos, 1.400 sucursales más, tras haberse clausurado 5.500 en tres años.- El catedrático Maudos advierte que la reutilización de beneficios no bastará para dotar 50.000 millones más en provisiones, como exige el Gobierno

Los márgenes del sector financiero español se comprimen hasta extremos que, según el catedrático de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, llevarán a un renacimiento de las comisiones que cobran las entidades a sus clientes. Con la vía de ingresos atorada por la recesión, solo cabe el recorte de costes para ganar margen de maniobra ante la enorme desconfianza de los mercados. En un estudio para la Fundación de Cajas de Ahorros, Maudos asegura que aún se puede recurrir a las fusiones, que ya han adelgazado de forma contundente el sector de las cajas (ha pasado de 45 a 15): una operación qu...

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Los márgenes del sector financiero español se comprimen hasta extremos que, según el catedrático de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, llevarán a un renacimiento de las comisiones que cobran las entidades a sus clientes. Con la vía de ingresos atorada por la recesión, solo cabe el recorte de costes para ganar margen de maniobra ante la enorme desconfianza de los mercados. En un estudio para la Fundación de Cajas de Ahorros, Maudos asegura que aún se puede recurrir a las fusiones, que ya han adelgazado de forma contundente el sector de las cajas (ha pasado de 45 a 15): una operación que permite aflorar reservas con las que afrontar los saneamientos pendientes, al tiempo que reduce gastos.

El recorte de gastos se traduce en menos oficinas y más despidos. Desde septiembre de 2008, se han cerrado casi 5.500 sucursales y la plantilla de las entidades se ha visto reducida en 13.277 personas. Maudos plantea que, si se elimina el crecimiento desaforado en los años de burbuja inmobiliaria -las cajas y cooperativas de crédito aumentaron más de un 30% plantilla y red entre 2000 y 2008, justo lo contrario de lo que hacía la banca española y el sector financiero europeo en general-, aún se podrían cerrar, al menos, otras 1.400 oficinas. Y eso sin tener en cuenta los solapamientos que se podrían producir en las nuevas fusiones.

El informe, presentado por Carlos Ocaña, director general de Funcas y exsecretario de Estado de Hacienda, incide en algunas decisiones que deben tomar el sector financiero y el Gobierno para mitigar la desconfianza de los mercados. "Desde primavera, las entidades españolas apenas han podido colocar emisiones de deuda", recalcó Maudos quien, eso sí, matizó que el destino de la banca española está íntimamente ligado a la resolución de la crisis de deuda en Europa.

El estudio reclama "sanear en mayor medida" el activo del que dudan los mercados financieros, las viviendas y suelos con los que se han tenido que quedar los bancos por impagos, y también, los créditos vinculados a la actividad inmobiliaria y la compra de viviendas. Esa decisión, sostuvo el catedrático de la Universdad de Valencia, permitiría a la banca poner un precio mucho más bajo del que ahora reconocen a los activos que poseen y, de paso, contribuiría a reanimar el mercado inmobiliario. Maudos saludó el anuncio del Gobierno, que ha adelantado que reclamará al sector que dote 50.000 millones más en provisiones como reconocimiento de un aumento de las pérdidas potenciales por estas inversiones. Pero pidió que la reforma del sector financiero, que el Gobierno prevé presentar en un mes, detalle las vías de financiación.

Maudos anticipó que, aún con el afloramiento de reservas por nuevas fusiones y el destino de los beneficios a provisiones, tal y como acaba de reclamar el Gobierno al sector, es posible que no haya recursos suficientes para acometer este nuevo saneamiento. Más aún cuando las fusiones también consumen recursos (las indemnizaciones por despido, por ejemplo) y cuando las grandes entidades se ven obligadas a una rápida recapitalización para cumplir con los criterios de solvencia exigidos por la Autoridad Bancaria Europea.

"La ausencia de un representante español en la Autoridad Bancaria Europea es un elemento que tiene su importancia", advirtió el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y colaborador de Funcas, Santiago Carbó. El estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros se muestra crítico con la decisión de la Autoridad Bancaria de descartar las provisiones genéricas acumuladas por el sector financiero español para el cálculo de las nuevas exigencias de capital, cifrada en el 9% de los activos ponderados por riesgo.