El Gobierno británico pierde dinero en la venta de Northern Rock al banco de Virgin

El magnate Richard Branson pagará hasta 1.176 millones por la entidad que agrupa los activos no tóxicos del banco intervenido, unos 467 menos de lo que inyectó el Gobierno en 2008

El Gobierno británico ha llegado a un acuerdo para vender Northern Rock, la entidad que agrupa los activos saneados de la nacionalizada entidad de Newcastle, a Virgin Money, el banco del magnate Richard Branson, por 747 millones de libras (854 millones de euros) en efectivo. Esta cifra, no obstante, podría alcanzar en el futuro los 1.000 millones de libras (1.176 millones de euros) en función de si obtiene beneficios, según ha informado el Tesoro británico. Esta cantid...

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El Gobierno británico ha llegado a un acuerdo para vender Northern Rock, la entidad que agrupa los activos saneados de la nacionalizada entidad de Newcastle, a Virgin Money, el banco del magnate Richard Branson, por 747 millones de libras (854 millones de euros) en efectivo. Esta cifra, no obstante, podría alcanzar en el futuro los 1.000 millones de libras (1.176 millones de euros) en función de si obtiene beneficios, según ha informado el Tesoro británico. Esta cantidad supone 400 millones menos que lo que invirtió el Gobierno para garantizar su supervivencia.

El Ejecutivo británico destaca que la operación representa un "paso significativo" en la privatización de las participaciones del sector público en la banca británica. De hecho, Nothern Rock, a la sazón el primer banco nacionalizado por el impacto de la crisis de las subprime en el sistema financiero del país, es a su vez la primera venta que realiza el Estado británico sobre las entidades intervenidas desde 2008.

"El negocio combinado de Northern Rock y Virgin Money dará lugar a un nuevo competidor en el segmento de banca minorista en Reino Unido, aumentando la capacidad de elección de los clientes", ha apuntado el Tesoro. Asimismo, el Gobierno ha precisado que Virgin Money ha adquirido el compromiso de no realizar más recortes de plantilla de los ya anunciados al menos durante los próximos tres años. Según los sindicatos, ya ha despedido a 3.000 personas.

También se ha comprometido a mantener y, con el tiempo, aumentando la red de oficinas de la entidad, que tendrá su sede en Newcastle. Sobre este punto, el banco de Branson trasladará su sede central a la ciudad del norte de Inglaterra. Además, aumentará su cartera de clientes en un millón hasta los cuatro millones de usuarios.

El ministro británico de Economía, George Osborne, subrayó que "la venta de Northern Rock a Virgin Money representa un importante primer paso para que los contribuyentes dejen de participar en la banca". El banco vendido perdió 68,5 millones de libras (79,9 millones de euros) en el primer semestre del año, menos de los 142 millones de libras que perdió un año antes (165 millones de euros). Con vistas al futuro confía en volver a beneficios en la segunda mitad de 2012.

Northern Rock se convirtió en septiembre de 2007 en la primera víctima de la crisis financiera en Reino Unido, lo que provocó su nacionalización en febrero de 2008, convirtiéndose así en la primera entidad británica en pasar a manos del Estado en más de 30 años. Tras su paso a manos del Estado, el Gobierno decidió dividir la entidad en Northern Rock, que agruparía los activos saneados, y uno malo, que agrupa los activos hipotecarios bajo la marca Northern Rock Asset Managemet.

Tras esta operación, el Estado británico sigue presente en otras tres entidades, Lloyds y Royal Bank of Scotland. Presionado por la necesidad de reducir el déficit público por debajo del 9% actual, el ministro del Exchequer (Economía), George Osborne, ha asegurado que la venta supone el inicio de la salida del dinero de los contribuyentes en el sector financiero británico. Pese al anuncio, el Gobierno no tiene un comprador para estos dos bancos, en los que ha inyectado unos 65.800 millones de libras (76.782 millones de euros). De este dinero, el valor al que cotizan actualmente estas entidades en Bolsa suponen unas pérdidas de 39.000 millones de libras (45.500 millones de euros).

Una oficina de Northern Rock en Newcastle, norte de Inglaterra.NIGEL RODDIS (REUTERS)