El superávit del Estado baja un 43,5% por el nuevo sistema de financiación autonómica

Las transferencias a las comunidades reducen los excedentes de la Administración Central a 1.900 millones a cierre de febrero

La puesta en marcha del nuevo sistema de financiación autonómica, que es más beneficioso para las comunidades pues aumenta su participación en los ingresos impositivos, ha reducido el superávit del Estado a 1.900 millones de euros hasta febrero, un 43,5% menos que en 2010, según ha informado hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.

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La puesta en marcha del nuevo sistema de financiación autonómica, que es más beneficioso para las comunidades pues aumenta su participación en los ingresos impositivos, ha reducido el superávit del Estado a 1.900 millones de euros hasta febrero, un 43,5% menos que en 2010, según ha informado hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.

En cualquier caso, Ocaña ha explicado que el dato correspondiente a los dos primeros meses del año no es representativo de cómo van a evolucionar las arcas del Estado a lo largo de todo el ejercicio pues aun no se ha empezado a ejecutar el Presupuesto. De hecho, en 2010, la Administración Central acabó el año con un déficit del 4,7% del PIB pese a que el superávit registrado entre enero y febrero fue incluso mayor al de este 2011 con 3.366 millones. Para el presente ejercicio, aunque el arranque pueda parecer peor, el Gobierno confía en reducir más el déficit público del Estado -sin comunidades, ayuntamientos y Seguridad Social- hasta llegar al 2,3%.

Además, según ha añadido el secretario de Estado, la entrada en vigor del nuevo sistema de financiación autonómica obliga a ser prudente en el análisis. Porque los cambios que ha introducido este modelo son los que hacen desfavorable la comparación entre ejercicios. Aunque el nuevo marco se aprobó en diciembre de 2009, las comunidades no recibieron hasta marzo de 2010 los nuevos pagos a cuenta de los ingresos (las comunidades tienen más participación en la cesta con el actual modelo). Así, en enero y febrero del año pasado aún percibieron recursos de acuerdo con el anterior sistema, por lo que la comparación con enero-febrero de 2011 resulta perjudicial para la Administración central. Eliminando ese efecto de forma que las cifras sean homogéneas, el excedente de la Administración Central superaría en unos 600 millones la cifra de 2010, ha explicado Ocaña.

En concreto, los gastos del Estado registrados hasta febrero y que en su mayor parte se derivan del pasado ejercicio supusieron un desembolso de 22.609 millones de euros, lo que representa un recorte del 6,4% frente a 2010. En este apartado destaca que, pese al tijeretazo en el sueldo de los funcionarios, la partida de gastos de personal suben un 2,4%. Según Ocaña, esto es debido a la paga extra de los pensionistas por la desviación del IPC, realizada en enero.

Los ingresos también se redujeron, un 10,9% hasta los 24.509 millones a la espera de que empiecen a entrar en las arcas públicas partidas importantes, como el primer pago fraccionado del impuesto de sociedades que tendrá lugar en abril. Así, la recaudación por impuestos del conjunto de las administraciones fue de 33.525 millones, un 0,7% menos por, según Economía, el distinto calendario de vencimientos de la deuda pública y por "el fuerte ritmo de realización de devoluciones".

Entre los diferentes impuestos destaca el avance en la recaudación por IVA, que a diferencia de los dos primeros meses de 2010 ahora está en el 18% en su tipo general y en el 8% el reducido. Gracias a ello, la partida de impuestos indirectos ascendió un 4,5% hasta los 17.331 millones.

Por su parte, en términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, cambia el signo y el superávit se convierte en un déficit de 5.582 millones. Esta cifra es, en cualquier caso, inferior a los 7.759 millones registrados durante el mismo periodo del año anterior.

El compromiso de las comunidades "no es negociable"

El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, ha salido al paso de las declaraciones del presidente de la Generalitat, Artur Mas, sobre las dificultades que tendrá Cataluña para cumplir con la reducción del déficit en 2011 al 1,3% al asegurar que el objetivo de consolidación fiscal "no es negociable". "Lo tienen que cumplir todos", ha insistido

Además, Ocaña ha asegurado que el Ministerio de Economía va a ser "muy riguroso" con los planes de reequilibrio y ha recordado la necesidad de que las comunidades pongan en marcha las medidas necesarias para cumplir con los objetivos y pasar de un déficit de casi el 2,9% del PIB a uno del 1,3%, aunque no ha querido posicionarse sobre la convenincia de aprobar algunas iniciativas concretas, como el Copago.

Además, durante su comparecencia, el secretario de Estado ha recordado que el Gobierno está estudiando medidas adicionales para intensificar el control del gasto autonómico que se discutirán en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), como el seguimiento trimestral de las cuentas.