Alemania pincha en una emisión de deuda a 30 años

Los bajos tipos de interés no convencen a los inversores, que han pedido menos de los 4.000 millones ofertados

Alemania ha fracasado hoy en su intento de emitir 4.000 millones de euros de deuda a 30 años. La de hoy es la segunda subasta consecutiva de bonos a largo plazo que el Estado alemán no lograr cerrar con éxito por la baja demanda de los inversores, que prefieren colocar su dinero en títulos soberanos de mayor rentabilidad o acudir a los mercados de renta variable, según señalan los analistas.

En la emisión de hoy, los inversores habían solicitado 3.764 millones de euros a un interés del 3,25%, un tipo que incluso está por debajo de la rentabilidad de la deuda a cinco años de Irlanda (4,4...

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Alemania ha fracasado hoy en su intento de emitir 4.000 millones de euros de deuda a 30 años. La de hoy es la segunda subasta consecutiva de bonos a largo plazo que el Estado alemán no lograr cerrar con éxito por la baja demanda de los inversores, que prefieren colocar su dinero en títulos soberanos de mayor rentabilidad o acudir a los mercados de renta variable, según señalan los analistas.

En la emisión de hoy, los inversores habían solicitado 3.764 millones de euros a un interés del 3,25%, un tipo que incluso está por debajo de la rentabilidad de la deuda a cinco años de Irlanda (4,43%) y muy cerca de la de los bonos españoles (3,14%). Países que aunque presentan problemas de déficit y suponen asumir un cierto riesgo, han demostrado no estar tan mal como especulaban los mercados, tal y como patente con el éxito de las subastas que realizaron ayer.

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Si Grecia ha tenido graves problemas a la hora de acudir al mercado para financiarse por la falta de confianza en su economía, a Alemania le pasa todo lo contrario: es el referente para el resto de los países del euro por su estabilidad y, aunque también tiene déficit, presenta unas finanzas saneadas. Pero esto también tiene contrapartidas, tal y como ha quedado demostrado hoy.

El trasvase de los inversores desde la deuda de los llamados estados periféricos de la divisa europea -Portugal, España, Irlanda, Italia y la propia Grecia- durante los últimos meses tras el desbordamiento de la crisis fiscal del euro hacia los títulos alemanes ha reducido los intereses de sus bonos hasta mínimos históricos. A modo de ejemplo, frente al interés del 3,344% al que hoy se intercambian sus títulos con vencimiento en 2040 en los mercados secundarios de deuda soberana, los españoles rinden un 5,18%.