La reforma del mercado de trabajo

La última oferta de Trabajo

El Gobierno plantea subvencionar el despido y allana el camino a las empresas para acogerse a causas económicas

El Gobierno lanzó anoche su última propuesta para pactar una reforma laboral con empresarios y sindicatos, aunque finalmente no logró el apoyo de ambas partes. La principal novedad del esquema de seis puntos presentado a empresarios y sindicatos radica en el coste del despido. El Ejecutivo...

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El Gobierno lanzó anoche su última propuesta para pactar una reforma laboral con empresarios y sindicatos, aunque finalmente no logró el apoyo de ambas partes. La principal novedad del esquema de seis puntos presentado a empresarios y sindicatos radica en el coste del despido. El Ejecutivo ha ensayado una vía intermedia para aligerar las cantidades que pagan los empresarios sin rebajar lo que perciben los trabajadores. La solución es que el Estado financie, a través del Fondo de Garantía Salarial, una parte de las indemnizaciones por despido (ocho días en todos los casos). El único requisito es que los despidos sean por razones económicas, no disciplinarias, y se podrá aplicar tanto a los casos procedentes como a los improcedentes.

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Con esta fórmula, el fondo, engrosado con aportaciones empresariales, abonará una parte fija de cualquier despido (de 20 días, de 33 o de 45). Hasta ahora el Fondo de Garantía Salarial solo costeaba los despidos objetivos de empresas con menos de 25 trabajadores. De prosperar la medida, aumentaría mucho el radio de acción de este instrumento.

Además de la subvención del despido, el otro elemento fundamental del documento presentado anoche consiste en allanar el camino a las empresas para que puedan acogerse al despido por causas económicas, cuya indemnización es de 20 días por año trabajado frente a los 45 del improcedente. Esa sería la vía más eficaz -y más demandada por los empresarios- para aligerarles el coste del despido. Porque la legislación actual ya permite acogerse a los 20 días por año cuando la empresa reduce plantilla por motivos económicos, pero los procesos judiciales suelen ser tan largos e inciertos que los empresarios prefieren pagar un despido improcedente a cambio de olvidarse del trámite. Aun en estos años de crisis, el 80% de los despidos se han resuelto como improcedentes, lo que constituye una anomalía.