Batalla en el Poder Judicial por el puesto clave en la Audiencia Nacional

Bermúdez compite con otros seis magistrados por la presidencia de la Sala Penal, que tiene la última palabra sobre los beneficios a presos de ETA

Es un puesto clave. La persona elegida para ocupar la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional -cuyo nombramiento abordará este mes el Consejo General del Poder Judicial- no solo dirigirá el tribunal que juzga todos los casos de terrorismo y criminalidad organizada. El elegido tendrá un papel fundamental en la gestión del final de ETA. Tras el cese de la violencia, toca abordar los posibles beneficios penitenciarios para los presos de la banda. Y la sección que dirige el presidente, la Primera, es la que tiene la última palabra en los asuntos penitenciarios. Esa, entre otras...

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Es un puesto clave. La persona elegida para ocupar la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional -cuyo nombramiento abordará este mes el Consejo General del Poder Judicial- no solo dirigirá el tribunal que juzga todos los casos de terrorismo y criminalidad organizada. El elegido tendrá un papel fundamental en la gestión del final de ETA. Tras el cese de la violencia, toca abordar los posibles beneficios penitenciarios para los presos de la banda. Y la sección que dirige el presidente, la Primera, es la que tiene la última palabra en los asuntos penitenciarios. Esa, entre otras razones, es la que augura una dura pugna en el Poder Judicial, según varios de sus vocales.

El actual titular, Javier Gómez Bermúdez (de la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura), opta a la reelección. Gómez Bermúdez competirá con sus compañeros de tribunal Javier Martínez Lázaro (de la progresista Jueces para la Democracia y exvocal del gobierno de los jueces a propuesta del PSOE), Alfonso Guevara (APM), Teresa Palacios (APM) y Ángel Hurtado. También se presenta el titular del Juzgado Central número 3, Fernando Grande-Marlaska, y el magistrado de la Audiencia de Madrid Juan Pablo González, exvocal del Consejo a propuesta del PP, a falta de conocerse si algún otro candidato ha enviado su solicitud por correo.

El Consejo del Poder Judicial, de teórica mayoria progresista, debe adoptar el nombramiento por la mitad más uno de sus vocales, pero se prevé que el grupo conservador (10 de los 21 consejeros) acuda a la votación mucho más compacto. Fuentes de la institución aseguran que, en la designación, tendrá mucho peso un nombramiento pendiente desde hace meses para magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. La idea, según esas fuentes, sería que los progresistas cedieran ese puesto al candidato de los conservadores (Antonio del Moral) a cambio del puesto clave de la Audiencia Nacional.

Pero los progresistas, como casi siempre en el Consejo, parecen divididos. Carecen por el momento de un candidato claro. El que en principio estaría llamado a serlo, Martínez Lázaro -un magistrado con fama de gran solvencia y capacidad entre sus compañeros- no cuenta con el apoyo de todos sus miembros. A algunos de los vocales de esa sensibilidad no ha gustado su apoyo público al juez Baltasar Garzón ante las tres causas que tiene abiertas en el Tribunal Supremo y que podrían apartarlo de la carrera. Bermúdez también cuenta con algunos apoyos en ese sector, entre ellos el del vocal progresista José Manuel Gómez Benítez.

Donde el apoyo del actual presidente es más incierto es entre los conservadores, el sector que, paradójicamente, lo aupó al cargo hace cinco años hasta en tres ocasiones, después de que el Supremo anulara dos veces su nombramiento por falta de motivación. El sector progresista no le dio entonces ni un solo voto.

A priori, algunos de los actuales vocales propuestos por el PP le han manifestado su simpatía, según fuentes del Consejo, pero no parece que ocurra lo mismo con el Gobierno. Sus medios más afines cargaron contra él tras el juicio del 11-M, en el que descartó todos los bulos conspirativos lanzados desde el partido. Tampoco fue muy bien vista en el PP su actuación en el caso del chivatazo a ETA en el bar Faisán de Irún. Bermúdez, haciendo uso de sus competencias, arrebató el asunto a la Sección Segunda para llevarlo al pleno de la Sala que, por unanimidad, revocó el procesamiento de los mandos policiales implicados.

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El interés del Ejecutivo en la decisión del Consejo no es menor. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado que se mostrará flexible en la aplicación de beneficios a los presos de ETA, algo que en última instancia deberá estudiar la sección de la Audiencia Nacional dirigida por el futuro presidente. Así pues, la sintonía entre el ministerio y el magistrado elegido es importante. Sin embargo, Bermúdez ha sufrido ya un fracaso con los actuales integrantes del Poder Judicial. En 2009 se presentó a la presidencia de la Audiencia Nacional, pero fue descartado para la terna que llegó al pleno. Al final el puesto se lo llevó Ángel Juanes, con el que, desde entonces, no ha mantenido buenas relaciones. El enigma es si ahora, los que eligieron a Juanes, querrán poner en la Sala a alguien más afín a este.

JAVIER GÓMEZ BERMÚDEZ. Venerado y vapuleado por el 11-M

Fue elegido presidente de la Sala con los únicos votos de la derecha judicial, pero su labor en el cargo ha mermado sus apoyos. Gracias al juicio del 11-M Javier Gómez Bermúdez (Álora, Málaga, 1962) se convirtió en uno de los jueces con más proyección. Cuatro años después de los atentados, los principales implicados fueron condenados y las teorías conspirativas alentadas desde el PP enterradas, lo que le costó la enemistad de algunos medios afines. Los mismos que le criticaron por su posición en el caso Faisán, contraria al procesamiento de tres cargos policiales del PSOE.

JAVIER MARTÍNEZ LÁZARO. Progresista y valorado por sus colegas

Es el único candidato progresista. Tras una larga trayectoria en la dirección de la asociación minoritaria Jueces para la Democracia, Javier Martínez Lázaro fue designado vocal del Poder Judicial a propuesta del PSOE. En esa institución recibió críticas de algunos vocales progresistas por mantener posiciones contrarias al grupo. Muy valorado por sus colegas -técnicamente y por su independencia- su apoyo público a Baltasar Garzón en las causas que tiene abiertas en el Supremo lastra sus simpatías entre algunos vocales progresistas, su vivero natural de votos.

FERNANDO GRANDE-MARLASKA. Encontronazos con los socialistas

Fernando Grande-Marlaska saltó a la fama como sustituto de Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional, donde prosiguió su labor en la lucha para asfixiar al entorno de ETA. Tanto desde ese puesto, como en el juzgado Central 3 que ahora ocupa, tuvo encontronazos con el gobierno socialista. En pleno proceso de paz abrió diligencias por el chivatazo a ETA en el bar Faisán e intentó procesar a Otegi en contra el criterio del fiscal. También archivó el caso de las falsas identificaciones de los 62 militares del Yak-42, pero la Sala terminó por condenar a los cargos implicados.

FÉLIX ALFONSO GUEVARA. A vueltas con el etarra Troitiño

El excesivo formalismo del presidente de la Sección Tercera de la Sala Penal lo ha llevado a situaciones disparatadas, como echar a un abogado de la Audiencia por presentarse sin corbata en un juicio o reprochar a la madre de una de las víctimas del atentado de la T-4 sus titubeos ante el fiscal. Considerado por sus compañeros como un buen jurista, Alfonso Guevara ha tenido algunas actuaciones polémicas, como la excarcelación del etarra Antton Troitiño seis años antes de que cumpliera su pena. Su sección ordenó su detención días después, pero el terrorista ya había huido.

TERESA PALACIOS. La juez del 'caso Gescartera'

Si sus compañeros saltan a los medios por asuntos de terrorismo, Teresa Palacios (APM) lo hizo por su trabajo en importantes casos económicos. Mientras ocupó el juzgado Central 3 de la Audiencia imputó al presidente del Santander, Emilio Botín, en el caso de las cesiones de crédito que acabó con su absolución al dictaminar el Supremo que la acusación popular no podía impulsar el caso sin el apoyo del fiscal. También fue la instructora del caso Gescartera, el fraude de la agencia de valores que afectó a varios cargos del PP. Ahora forma parte de la sección cuarta de la Audiencia.

JUAN PABLO GONZÁLEZ. Conservador y antinacionalista

La trayectoria de Juan Pablo González (APM) pivota en torno al País Vasco. Mientras era decano de Bilbao, fue seleccionado por el PP para formar parte del Poder Judicial. Desde allí protagonizó severos altercados con el PNV, como cuando acusó al gobierno de Ibarretxe de actuar "en connivencia con ETA" o en su batalla porque la bandera española ondeara en todos los edificios judiciales de esa comunidad. González ya ha sufrido un fracaso con los miembros actuales del Consejo. En 2010 perdió la carrera a la presidencia de la Audiencia de Gipuzkoa frente a Iñaki Subijana (JpD).

ÁNGEL HURTADO. El tapado discreto

Es extremeño, como el presidente de la Audiencia, Ángel Juanes, y este no oculta su cariño personal por él. Por ello y por los conflictos de Juanes con Gómez Bermúdez, algunos lo sitúan entre los mejor colocados para acceder a la presidencia de la Sala Penal. Ángel Hurtado, magistrado de la sección segunda, es considerado un hombre aplicado y discreto entre sus compañeros. Formó parte del tribunal que ordenó archivar el caso de la muerte del cámara de Telecinco José Couso, aunque el Supremo obligó después a reabrirlo. También del encargado de revisar la investigación del caso Faisán.