Crítica:ARTE | EXPOSICIONES

Dora Salazar

La escultora Dora Salazar (Alsasua, Navarra, 1963) irrumpió en el panorama artístico de los años ochenta con aires renovadores. Realizó sus primeras obras figurativas con materiales de desecho: llantas, latas y ruedas de bicicleta. Su referente de la escultura internacional en aquella época era Rebecca Horn. A principios de los noventa la artista desarrolló algunas piezas en las que la estructura se convertía en la verdadera creadora de la forma. Los corsés, en hierro y aluminio, se convirtieron en protagonistas de su producción. Más tarde, aparecieron estructuras de corsés con alas. Las alas ...

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La escultora Dora Salazar (Alsasua, Navarra, 1963) irrumpió en el panorama artístico de los años ochenta con aires renovadores. Realizó sus primeras obras figurativas con materiales de desecho: llantas, latas y ruedas de bicicleta. Su referente de la escultura internacional en aquella época era Rebecca Horn. A principios de los noventa la artista desarrolló algunas piezas en las que la estructura se convertía en la verdadera creadora de la forma. Los corsés, en hierro y aluminio, se convirtieron en protagonistas de su producción. Más tarde, aparecieron estructuras de corsés con alas. Las alas simbolizan la posibilidad de tener deseos, sueños, posibilidades, oportunidades. Sus esculturas y dibujos más recientes, que se muestran en esta exposición, giran alrededor de la figura femenina. También se exhibe el libro Cuentos para adultos, editado por la galería Arteko de San Sebastián en 2011, ilustrado por la artista, en el que destacan los dibujos surrealistas influenciados por Max Ernst y un cuento de Bernardo Atxaga. El resto de los textos, inspirados en los dibujos de Dora Salazar, los ha escrito Harkaitz Cano. De las esculturas figurativas de la serie Princesas, presentes en la exposición, la más lograda es la que representa a una mujer desnuda, que recuerda a una Venus clásica. La obra, realizada en estaño, transmite una sensación de equilibrio y armonía. Las otras tres esculturas parecen personajes salidos de un relato clásico. Son figuras femeninas enigmáticas, sofisticadas, construidas con textiles, cuero, máscaras e hilo de cobre. También se pueden contemplar los maravillosos dibujos figurativos de la serie Bailarinas cósmicas. En ellos se aprecia la influencia de la "fase dorada" de Gustav Klimt. Las bailarinas están envueltas en una atmósfera mágica, como la de los cuentos de hadas. Dora Salazar es una artista que ha creado un universo femenino cargado de belleza, erotismo y sensualidad.

Dora Salazar

Museo Euskal Herria

Allende Salazar, 5. Gernika-Lumo

Hasta el 8 de abril