Chamizo aboga por prohibir los 'botellódromos' a los menores
El defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, abogó ayer por prohibir la presencia de menores de 16 años en los botellódromos o espacios públicos autorizados para la práctica del botellón, una actividad "poco recomendable" mientras no evolucione hacia una forma de ocio juvenil "más saludable". Chamizo entregó ayer en el Registro del Parlamento andaluz el Informe Especial sobre la aplicación de la Ley Antibotellón, que entró en vigor en 2006, en el que se ha analizado cómo ha incidido esta norma en el ocio juvenil a través de una investigación en los municipios andaluces de má...
El defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, abogó ayer por prohibir la presencia de menores de 16 años en los botellódromos o espacios públicos autorizados para la práctica del botellón, una actividad "poco recomendable" mientras no evolucione hacia una forma de ocio juvenil "más saludable". Chamizo entregó ayer en el Registro del Parlamento andaluz el Informe Especial sobre la aplicación de la Ley Antibotellón, que entró en vigor en 2006, en el que se ha analizado cómo ha incidido esta norma en el ocio juvenil a través de una investigación en los municipios andaluces de más de 50.000 habitantes.
De estos municipios, 16 han optado por autorizar espacios para la práctica del botellón frente a 11 que han preferido la opción prohibicionista. Los que lo han hecho han aducido como razón "la convicción de que era necesario ofrecer alternativas de ocio a la juventud" una vez prohibidos los botellones indiscriminados. Chamizo no se pronunció sobre cuál es la alternativa más recomendable entre prohibición o botellódromo y consideró que "no existe una única respuesta válida" a esta cuestión.
En cuanto a la conveniencia o no de erradicar el botellón como forma de ocio juvenil, indicó que el "principal problema" de estos es que "están muy ligados al consumo excesivo de alcohol que, hoy por hoy, constituye uno de los principales problemas de salud de la juventud andaluza". En este sentido defendió que, mientras el principal elemento del botellón sea el consumo "inmoderado" de alcohol entre jóvenes, el objetivo de la sociedad "no debe ser otro que el de propiciar su erradicación".