Ruiz Mateos, sin pasaporte y bajo control del juzgado

Un juez de Mallorca investiga una supuesta estafa de 7,3 millones

El empresario de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, se quedó ayer sin pasaporte, sin poder salir de España y con la obligación de personarse en el juzgado cada dos semanas. Es una decisión del juez de Palma, Enrique Morell, que le investiga por una acusación de supuesta estafa de 7,3 millones de euros, en la compra de dos hoteles en Mallorca. Los denunciantes son los propietarios de los establecimientos.

El juez Morell no pudo ayer tomar declaración al polémico hombre de negocios porque se negó a declarar. El magistrado había forzado su comparecencia, con la amenaza de la detención t...

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El empresario de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, se quedó ayer sin pasaporte, sin poder salir de España y con la obligación de personarse en el juzgado cada dos semanas. Es una decisión del juez de Palma, Enrique Morell, que le investiga por una acusación de supuesta estafa de 7,3 millones de euros, en la compra de dos hoteles en Mallorca. Los denunciantes son los propietarios de los establecimientos.

El juez Morell no pudo ayer tomar declaración al polémico hombre de negocios porque se negó a declarar. El magistrado había forzado su comparecencia, con la amenaza de la detención tras haberse negado a viajar a Mallorca al indicar que estaba enfermo. El instructor ya decretó la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer cada quince días a los seis hijos varones de Ruiz-Mateos, por la denuncia de los hoteleros locales los Rado por presunta estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal.

El empresario sostiene que todo lo ha hecho por la clase trabajadora

El dueño de la vieja Rumasa hundida intentó reconstruir años atrás en Baleares una parte de la rama hotelera de su antiguo holding intervenido, Hotasa, mediante la compra de hoteles antiguos y en el segmento bajo de mercado. Adquirió establecimientos a tres cadenas familiares de medianos empresarios turísticos insulares, los Rado, Miralles IGM y los Cladera-Stil. Buena parte de esas operaciones se efectuaron con pagarés y a largo plazo, dos de ellas están sujetas a demandas. El cierre de varias de las compras se efectuó en el despacho familiar de Ruiz-Mateos, con los muros repletos de santos y vírgenes, según los vendedores, mientras que el comprador efectuaba interrogatorios acerca de cómo los hoteleros de Mallorca habían ganado tanto dinero, según un testimonio.

En paralelo al caso de los hoteles de los Rado, está abierta otra causa por la compra supuestamente delictiva de un gran hotel del grupo Miralles IGM, que declara una estafa de 13,9 millones. Los fiscales reclamaron a la juez María Pascual, que retire el pasaporte al patriarca de los Ruiz-Mateos y le fije las mismas obligaciones de no salir de España y comparecer cada 15 días. El imputado se negó ayer a declarar sobre esta supuesta estafa. Los querellantes reclaman que se le decrete prisión eludible con una fianza de dos millones.A la salida de los juzgados Ruiz-Mateos acusó al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, de ser el "autor de todo lo que le ha pasado a Rumasa" y de "manejar a los jueces como quiere". El polémico hombre de negocios profirió exclamaciones procaces sobre los jueces. "La Justicia es de vergüenza, pero sabe lo que les digo a los jueces: ¡Que me los paso por los cojones!" y afirmó que le cuesta pagar impuestos. Indicó también que todo lo ha hecho por la clase trabajadora.

El empresario José María Ruiz-Mateos, ayer a la salida de los juzgados de Palma de Mallorca.ISAAC BUJ (EFE)