"He descargado la rabia que tenía dentro"

Valverde triunfa en Australia tras cumplir una sanción de 19 meses por la Operación Puerto

La victoria esperada de ayer de Alejandro Valverde, las lágrimas del ciclista murciano en lo alto de la vieja colina de Willunga, donde estaba la meta de la quinta etapa del Tour Down Under (Australia), es uno de esos momentos cargado de significados y emociones diferentes, abierto a tantos simbolismos, que tanto gustan a los que ven en la historia una simple sucesión de fechas, que tanto juego dan.

A la crónica que relate el triunfo de Valverde en su sexto día de competición después de pasar 19 meses suspendido por unos hechos de dopaje, la Operación Puerto, que se remontan a 2005, se ...

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La victoria esperada de ayer de Alejandro Valverde, las lágrimas del ciclista murciano en lo alto de la vieja colina de Willunga, donde estaba la meta de la quinta etapa del Tour Down Under (Australia), es uno de esos momentos cargado de significados y emociones diferentes, abierto a tantos simbolismos, que tanto gustan a los que ven en la historia una simple sucesión de fechas, que tanto juego dan.

A la crónica que relate el triunfo de Valverde en su sexto día de competición después de pasar 19 meses suspendido por unos hechos de dopaje, la Operación Puerto, que se remontan a 2005, se le podría aplicar decenas de tags y el propio corredor, más delgado que nunca, más afinado, próximo a cumplir los 32 años, un hombre no muy hábil a la hora de expresar sus sentimientos, así lo entiende. "Ha sido una emoción exagerada poder descargar toda la rabia que tenía dentro. Sentimentalmente hablando, diría que es la victoria más especial de mi carrera", dijo el ganador de la Vuelta 2009, quien, a la hora de manejarse sobre la bicicleta, pasa por ser impermeable a los sentimientos.

Su triunfo, conseguido con el golpe de riñones sobre la línea al final de una cuesta de tres kilómetros al 7,6%, fue más complicado de lo que podría pensarse -desbordó y remontó a Simon Gerrans, el australiano que es líder a igualdad de tiempo con él y a quien normalmente habría sacado de rueda el líder del Movistar- debido, confesó en su equipo, a la falta de rodaje: más que cuestión de forma, es cuestión de olvido. "Esperaba ansioso mi vuelta a la competición y también mi primera victoria. Más que la presión de la gente, era autopresión: este triunfo lo esperaba con ansia", dijo.

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