Reportaje:

La Parpalló, en las últimas

La veterana sala de arte moderno de Valencia, sin sede propia desde hace un año, pierde a su directora y queda absorbida por el Muvim

La Diputación de Valencia acaba de darle la puntilla a la Sala Parpalló. La lógica en el mundo del arte dicta que un museo es un museo cuando, aparte de mantener una programación estable de exposiciones, cuenta con un espacio propio diferenciado de otros contenedores y una dirección preocupada de sus contenidos específicos. Pero este ya no es el caso, por lo menos desde el arranque de 2012, de la muy baqueteada Sala Parpalló, con un historial de 30 años a la vanguardia en el mundo del arte. El año pasado se quedó sin casa, y ahora la Diputación la acaba de decapitar, al prescindir de su direct...

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La Diputación de Valencia acaba de darle la puntilla a la Sala Parpalló. La lógica en el mundo del arte dicta que un museo es un museo cuando, aparte de mantener una programación estable de exposiciones, cuenta con un espacio propio diferenciado de otros contenedores y una dirección preocupada de sus contenidos específicos. Pero este ya no es el caso, por lo menos desde el arranque de 2012, de la muy baqueteada Sala Parpalló, con un historial de 30 años a la vanguardia en el mundo del arte. El año pasado se quedó sin casa, y ahora la Diputación la acaba de decapitar, al prescindir de su directora: Ana de Miguel.

"Nunca ha tenido sentido que la Parpalló esté fuera del Muvim [Museu Valencià de la Il·lustraciò i la Modernitat], dedicado también a las artes plásticas", argumentan desde la Diputación, y por ello también justifican que la sala pierda a su directora.

"Nunca tuvo sentido fuera del Muvim", dice la Diputación
Ana de Miguel pasa al nuevo servicio de Turismo Cultural

La Sala Parpalló ya perdió hace un año su sede, cuando la institución provincial decidió clausurar la sala de la calle de Alboraia, donde se instaló hace seis años. Se ahorraba así los 70.000 euros que costaba al año el alquiler del antiguo refectorio del convento de la Trinidad. Tras un año viviendo de prestado en La Beneficència, acaba de aterrizar estos primeros días de enero en el Muvim, pero con un equipo reducido a su mínima expresión (dos personas de su antiguo equipo). Y si ya se presuponía una difícil convivencia entre ambas instituciones, ahora, convertida la Parpalló en una sala de arte moderno difuminada en el museo de las ideas, la Diputación echa a la directora.

Ana de Miguel, al frente de la Sala Parpalló durante los últimos seis años, acaba de ser trasladada para trabajar a las órdenes de José Luis Primotti, que será nombrado jefe del nuevo Servicio de Turismo Cultural de la Diputación, desgajado del Servicio de Asistencia y Recursos Culturales (SARC). Y de la Parpalló se hará cargo Joan Gregori, el nuevo director del Muvim.

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La Parpalló nació en 1980 bajo la dirección de Artur Heras. Y para muchos expertos se convirtió en el auténtico germen de lo que luego sería el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). De su sede inicial de la calle de Landerer pasó a la Beneficència. Luego se trasladó al Muvim. Después se ganó el respeto en el convento de la Trinidad, y tras su breve vuelta a la Beneficència, parece que acabará muriendo en el Muvim.

Hace un año, en el improvisado acto de clausura de la sede conventual, rodeada por decenas de personas del mundo de la cultura, De Miguel, orgullosa de la larga trayectoria del espacio de arte contemporáneo más allá de su gestión, manifestó estar más intranquila por la sala que por su puesto, ya que al fin y al cabo el suyo era "un cargo de confianza". Ahora lo ha perdido, pero el futuro de la Parpalló tampoco parece muy halagüeño.

Concentración de homenaje a la sala Parpalló por su cierre en el convento de la Trinidad, en diciembre de 2010.TANIA CASTRO

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