En torno al nacimiento de Jesús

En la España de mediados del siglo XVII, cuando los escultores y los pintores se mezclaban con la corte de Felipe IV, el artista granadino Alonso Cano regresó a su ciudad natal para tallar una de sus obras maestras, la Inmaculada Concepción, concebida inicialmente para rematar el facistol de la Catedral de Granada, diseñado también por él mismo. La serenidad y delicada belleza de esta pequeña escultura tallada en madera de cedro, de 55 centímetros de altura, llevó al Cabildo a buscarle una nueva ubicación para facilitar su contemplación. En su lugar, se colocó otra talla de Cano que mue...

En la España de mediados del siglo XVII, cuando los escultores y los pintores se mezclaban con la corte de Felipe IV, el artista granadino Alonso Cano regresó a su ciudad natal para tallar una de sus obras maestras, la Inmaculada Concepción, concebida inicialmente para rematar el facistol de la Catedral de Granada, diseñado también por él mismo. La serenidad y delicada belleza de esta pequeña escultura tallada en madera de cedro, de 55 centímetros de altura, llevó al Cabildo a buscarle una nueva ubicación para facilitar su contemplación. En su lugar, se colocó otra talla de Cano que muestra de nuevo a una Virgen María serena que acoge en su regazo a un Niño Jesús recién nacido. Esta pequeña joya tímida, la Virgen de Belén, es una de las que se exponen en la muestra Et in terra pax. La Navidad en el arte granadino de la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII) hasta el 26 de enero en el Palacio de los Condes de Gabia de Granada, que aprovecha las fechas navideñas para repasar lo mejor de las escuelas renacentistas y barrocas granadinas con escenas anteriores y posteriores al nacimiento de Jesús.

La exposición incide en la gran variedad de las Sagradas Familias

La exposición cuenta con la colaboración del Arzobispado de Granada, que ha cedido algunas obras que nunca habían salido de sus parroquias o iglesias. La escultura la Virgen de Belén del museo de la Catedral, de Pedro de Mena, el cuadro La Virgen del anillo de Fray Juan Sánchez Cotán, La Virgen de la Vela de la Curia Eclesiástica, que también pintó a principios del siglo XVII el fraile cartujo radicado en Granada, y la pintura de la Sagrada Familia de Alonso Cano, serán otras de las obras que el visitante podrá disfrutar.

El comisario de la exposición, Lázaro Gila, recuerda cómo Granada fue, junto a Madrid, Valladolid y Sevilla, uno de los centros artísticos más importantes de los siglos XVI al XVIII. Et in terra pax se organiza en torno a dos secciones, antes y después del nacimiento de Jesús. El primer ciclo empieza con la Anunciación, que da paso a un apartado dedicado a los Niños Jesús "típicos de la Escuela Granadina del Renacimiento y el Barroco" y las escenas propias de la Navidad, como el anuncio del ángel Gabriel a María, la Adoración de los Reyes Magos o la Huida a Egipto. De la infancia de Jesús se exponen cuatro lienzos procedentes del Museo de la Casa de los Pisas con pinturas de esta primera etapa de Cristo.

El segundo apartado de la exposición hace un recorrido por las Sagradas Familias que, según Gila, es un motivo que adquiere "gran variedad tras el Concilio de Trento". Hasta mediados del siglo XVI, los temas religiosos aparecían tratados en el arte con un estricto enfoque sacramental mientras que a partir del Concilio de Trento se humanizan para que se pudieran comprender con mayor claridad, y despertaran en los fieles los sentimientos religiosos. "Lo que hemos pretendido aquí es mostrar diversas escenas de la vida en Nazaret, con la Virgen cambiándole los pañales al niño, vigilando el sueño del niño o, como una madre más, arrobada, embobada, contemplando a su hijo, o en un almuerzo de la Virgen, San José y el niño", indica Gila.