López hace un llamamiento a la unidad política tras el fin de ETA

El 'lehendakari' insta a luchar contra el fraude "sin suspicacias territoriales"

Casi la mitad del discurso que ayer pronunció el lehendakari, Patxi López, antes los 600 asistentes a la recepción navideña que ofreció a representantes de todos los sectores de la sociedad vasca, estuvo dedicado a reivindicar el fin del terrorismo como una victoria de los demócratas y y a reclamar "unidad para poner las bases de una nueva Euskadi". "Para construir juntos una sociedad ética y democráticamente decente", que se levante sobre bases de memoria, verdad, dignidad y justicia".

López, que resaltó la renuncia de ETA como "la gran noticia" de un "año duro y difícil" y de g...

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Casi la mitad del discurso que ayer pronunció el lehendakari, Patxi López, antes los 600 asistentes a la recepción navideña que ofreció a representantes de todos los sectores de la sociedad vasca, estuvo dedicado a reivindicar el fin del terrorismo como una victoria de los demócratas y y a reclamar "unidad para poner las bases de una nueva Euskadi". "Para construir juntos una sociedad ética y democráticamente decente", que se levante sobre bases de memoria, verdad, dignidad y justicia".

López, que resaltó la renuncia de ETA como "la gran noticia" de un "año duro y difícil" y de grandes sacrificios en todos los demás terrenos, lanzó un mensaje notablemente conciliador, acorde con el mensaje que presidía la recepción: Tiempo para la unidad y la concordia. Pero lo hizo después advertir a la banda que falta su desaparición definitiva y a la izquierda abertzale que tiene que "confesar la responsabilidad que ha tenido en la violencia que Euskadi ha sufrido" y que "anda equivocada" si trata de traspasar sus obligaciones a los demás.

"En Euskadi no sobra nadie. Somos imprescindibles todos", resalta

Cumplidas esas premisas, "en Euskadi no sobra nadie. Todos, en pie de igualdad, somos imprescindibles para hacer país. Y lo haremos", dijo, superando "odios y rencillas".

Los nuevos tiempos exigen políticas nuevas, y de ahí, reiteró, nace su apuesta por una política penitenciaria más flexible, que incluya progresiones de grado, el acercamiento a cárceles vascas y la reinserción en la sociedad de los presos que se apartan de la violencia. El lehendakari hizo una reivindicación sin fisuras de la política de "tolerancia cero" -no estaríamos en esta situación sin ella, afirmó-, de la acción policial y judicial, de la colaboración internacional y la resistencia cívica de la sociedad como las palancas que han acabado "con décadas de funerales, manifestaciones, insultos y amenazas, cartas de extorsión y libertades amordazadas".

El fin del terrorismo "no ha sido un regalo; los demócratas nos lo hemos ganado a pulso con nuestra determinación", reclamó, antes de rendir homenaje a los asesinados y las víctimas en general. Sobre ese referente ético deberá asentarse la construcción de la convivencia: "sin revanchas ni odios, pero con memoria", advirtió. Sin "amnesia colectiva" ni "tabla rasa" del sufrimiento, ni diluir la responsabilidad "de ETA y quienes le han dado cobertura y apoyo".

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La otra mitad de su intervención fue otro llamamiento de unidad para "enfrentar juntos a la crisis". López enumeró los parámetros de la mejor situación vasca y se declaró "optimista" ante el futuro, siempre que se produzca la imprescindible "suma de esfuerzos". A ella llamó empresas, agentes sociales y al resto de las instituciones, de quienes reclamó "un esfuerzo colectivo" para hacer de 2012 "el año del empleo" y el de "una fiscalidad más justa y progresiva", en el que habrá que "lucha mejor contra el fraude, sin suspicacias entre territorios". José Luis Bilbao, diputado general de Bizkia, seguí atentamente el discurso. El trabajo "coordinado y conjunto" en su persecución será la única forma "real" de poder sostener los servicios públicos que garantizan la igualdad.

El lehendakari expresó ese optimismo solo un día después de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciara una vuelta a la recesión. Y horas después de que la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, se curara en salud al afirmar que "Euskadi no es una isla", al ser preguntada sobre el comportamiento esperable de la economía vasca.

Mendia aclaró que el consejero de Economía. Carlos Aguirre, no ha comunicado ninguna nueva previsión a la baja, ni siquiera en el Consejo de ayer tras la advertencia de Guindos, añadida a la que ya rebajó del 1,4 al 0,8 la previsión de crecimiento de este año.

600 invitados de casi todos los colores

En torno a 600 personas, según los servicios de protocolo de Lehendakaritza, abarrotaban anoche el atrio donde Patxi López ofreció la recepción a representantes de la sociedad que acostumbra a celebrar a caballo entre la Navidad y el fin de año.

A la cita asistieron los miembros del Gobierno y numerosas personalidades, entre las que destacaron los diputados generales de Álava, Javier de Andrés, y Bizkaia, José Luis Bilbao, no así el de Guipúzcoa, Martin Garitano. Acudieron también el presidente del Tribunal Superior, Juan Luis Ibarra, y el fiscal superior vasco, Juan Calparsoro así como el máximo responsables de Confebask, Miguel Lujua, y el rector de la UPV, Iñaki Goirizelaia.

Entre la representación del mundo empresarial estuvieron el presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, y el de la Corporación Mondragón, José María Aldekoa. Igualmente, departieron en Lehendakaritza miembros de gobiernos anteriores, como los exconsejeros de Interior, Javier Balza; Educación, Inaxio Oliveri, y Ordenación del Territorio, Patxi Ormazabal.

El PNV estuvo representado por su presidente, Iñigo Urkullu. En cambio, no acudió el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien delegó en su secretario general, Iñaki Oyarzábal, y en una nutrida representación de su grupo parlamentario.

Acudieron igualmente personalidades del mundo del deporte, la cultura y los medios de comunicación, entre ellos el director general de EITB, Alberto Surio. Ante todos ellos se felicitó el lehendakari de poder celebrar "las primeras navidades sin ETA" y dedicó casi sus primeras palabras a "los más de 140.000 vascos que van a iniciar el año nuevo sin un puesto de trabajo".

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