Crítica:LIBROS | NARRATIVA

Azcona... ¡Sin guión!

Narrativa. La literatura es memoria e imaginación, recreación. Recopilar una serie de charlas en torno a unas comidas compartidas, como es el caso de Azcona... ¡Sin guion!, es, básicamente, literatura. Es más, lo es también porque lo que se pretende es compartir los recuerdos, frases y comentarios de un personaje al que se quiso y admiró, es decir, trasladar al lector la personalidad de un ser extraordinario para que lo conozcan mejor. Y nada es más literario que tratar de transmitir las sensaciones y los sentimientos, buscar el eco de lo propio en los demás. En este libro-homenaje a Ra...

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Narrativa. La literatura es memoria e imaginación, recreación. Recopilar una serie de charlas en torno a unas comidas compartidas, como es el caso de Azcona... ¡Sin guion!, es, básicamente, literatura. Es más, lo es también porque lo que se pretende es compartir los recuerdos, frases y comentarios de un personaje al que se quiso y admiró, es decir, trasladar al lector la personalidad de un ser extraordinario para que lo conozcan mejor. Y nada es más literario que tratar de transmitir las sensaciones y los sentimientos, buscar el eco de lo propio en los demás. En este libro-homenaje a Rafael Azcona publicado tras su muerte (nada rehuía más el guionista y escritor que los honores, salvo que estuvieran remunerados y fueran secretos) hay un profundo respeto a lo dicho y comentado entre los comensales. Es una cuestión de estilo y se opta por la autenticidad. Se sigue un orden cronológico de los encuentros y se respetan las reiteraciones. Al fin y al cabo, todos hablamos de lo mismo en numerosas ocasiones, es más, la obsesión por determinados asuntos es también un dato biográfico a tener en cuenta. Así, a través de estas charlas, descubrimos el gran interés que tenía el homenajeado por el frontón. Titín, un pelotari riojano, surge en estas páginas con mucha más frecuencia que cualquier cineasta nacional o extranjero. Naturalmente, también se habla de mujeres, de toros, de los bancos, de remedios para las digestiones, de vinos, de la amistad, de todo lo que conforma la vida, y siempre con esa lúcida y divertida capacidad de observación que tuvo siempre Rafael: "La verdad es que todos nacemos de derechas. Tú observas a los niños desde que nacen y lo primero que aprenden es lo de 'mío'. Luego habrá que enseñarles". Afortunadamente, la obra propia de Azcona vive ahora un cierto esplendor, pues se han vuelto a reeditar textos que ya habían sido recuperados de los fondos de editorial. Libros como Estrafalarios 1 (recopilación de tres novelas cortas. Alfaguara); Los muertos no se tocan, nene (Punto de Lectura), de la que se acaba de estrenar su adaptación al cine, y Memorias de un señor bajito (Pepitas de Calabaza), recopilación revisada por el autor de algunos textos publicados originalmente en La Codorniz. Leer y escuchar a Rafael era y es un lujo. Recopilar lo escuchado es un espléndido regalo para todos.

Azcona... ¡Sin guión!

Pedro Mª Azofra

Ochoa Editores. Logroño, 2011

290 páginas. 29 euros