También dimite el director general del Racing
La juez estudia suplir el Consejo de Alí Sayed por los administradores
La mancha de aceite sigue ensuciando el traje del Racing, que ayer vivió la dimisión del director general de la entidad, Roberto Bedoya, tras haber dimitido previamente el domingo de su condición de miembro del Consejo de Administración elaborado por el dueño del club (en paradero desconocido) Alí Sayed.
Bedoya ha trasladado a los administradores concursales del club su disposición a colaborar en todo aquello que necesiten "para favorecer una transición ordenada y profesional" dentro de la entidad, según fuentes del club.
Desde que el pasado domingo la Junta General de Accionista...
La mancha de aceite sigue ensuciando el traje del Racing, que ayer vivió la dimisión del director general de la entidad, Roberto Bedoya, tras haber dimitido previamente el domingo de su condición de miembro del Consejo de Administración elaborado por el dueño del club (en paradero desconocido) Alí Sayed.
Bedoya ha trasladado a los administradores concursales del club su disposición a colaborar en todo aquello que necesiten "para favorecer una transición ordenada y profesional" dentro de la entidad, según fuentes del club.
Desde que el pasado domingo la Junta General de Accionistas del Racing aprobara, entre abucheos e insultos, la designación, por parte del empresario indio Ahsan Alí Syed, de un nuevo Consejo de Administración que sustituye al que presidía Francisco Pernía, ya se ha producido la dimisión de tres de sus miembros. En concreto, la de Ramón Muñiz, Fernando Burgués y la del expresidente de la Asociación de Peñas del Racing, Fernando Ortiz. Además, el club ya no cuenta con director general y el proceso de descomposición ha obligado a tomar medidas judiciales.
Así, la juez de lo Mercantil de Santander está analizando la petición de los administradores concursales de suspender las facultades de administración y disposición del Consejo y su sustitución por la administración concursal.
La juez ha pedido al Racing que presente las alegaciones que estime oportunas, para resolver el asunto cuando hayan sido atendidos los argumentos de ambas partes.