Con el ojo puesto en el congreso federal

Nadie va a mover un dedo de cara al congreso federal del PSOE de principios de febrero hasta que no se haya celebrado el debate de investidura que esta semana que viene colocará a Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno. Pero nadie deja de poner el ojo en lo que a ese nivel pueda ocurrir a partir de entonces.

Jorge Alarte hizo referencia al congreso del PSOE en su discurso con una crítica apenas disimulada a las políticas del Gobierno central que no han tenido en cuenta el discurso victimista que los socialistas valencianos han tenido que combatirle al PP valenciano. "El nuevo PSOE...

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Nadie va a mover un dedo de cara al congreso federal del PSOE de principios de febrero hasta que no se haya celebrado el debate de investidura que esta semana que viene colocará a Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno. Pero nadie deja de poner el ojo en lo que a ese nivel pueda ocurrir a partir de entonces.

Jorge Alarte hizo referencia al congreso del PSOE en su discurso con una crítica apenas disimulada a las políticas del Gobierno central que no han tenido en cuenta el discurso victimista que los socialistas valencianos han tenido que combatirle al PP valenciano. "El nuevo PSOE ha de entender que cuando se definan posiciones territoriales, la posición y los intereses de los socialistas valencianos deben pesar, ser prioritarios e importantes para el conjunto del PSOE", advirtió, antes de asegurar: "Queremos que el nuevo PSOE piense más en valenciano".

Pero el congreso del PSOE, con la expectativa ante los movimientos de Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón o quien más quiera lanzarse como candidato, interesa a todos, en primer lugar, porque definirá el terreno de juego y polarizará el debate dentro de la organización. "Se trata de un congreso federal muy abierto y de un congreso del País Valenciano también muy abierto", comentaba ayer un dirigente. "Habrá que hacer bien las cosas".