Rechazo en el Júcar a un cambio en el trasvase al Vinalopó
La insistencia de los regantes alicantinos en que se construya una segunda toma para trasvasar agua al Vinalopó empieza a inquietar a los usuarios del Júcar. Tanto, que han decidido pedir una reunión al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para trasladarle su "firme decisión de no aceptar" un cambio en el trasvase.
Los regantes tradicionales del Júcar recuerdan en el escrito remitido a Presidencia que "siempre" han entendido que la transferencia "ayuda a vertebrar la Comunidad Valenciana" y que aceptaron ceder agua a Alicante, pero con un límite claro: no perjudicar a los usuari...
La insistencia de los regantes alicantinos en que se construya una segunda toma para trasvasar agua al Vinalopó empieza a inquietar a los usuarios del Júcar. Tanto, que han decidido pedir una reunión al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para trasladarle su "firme decisión de no aceptar" un cambio en el trasvase.
Los regantes tradicionales del Júcar recuerdan en el escrito remitido a Presidencia que "siempre" han entendido que la transferencia "ayuda a vertebrar la Comunidad Valenciana" y que aceptaron ceder agua a Alicante, pero con un límite claro: no perjudicar a los usuarios agrícolas y poblaciones que beben del río.
Por ello, defienden "la necesidad de mantener" la toma de agua en el azud de la Marquesa, cerca de la desembocadura del río en Cullera, frente a la pretensión del Vinalopó de construir otra río arriba, en Cortes de Pallás. La tubería está terminada pero sigue seca por el enfrentamiento de la Generalitat del PP y los usuarios alicantinos con el Gobierno socialista, que cambió el proyecto en 2005 al considerar que los excedentes necesarios se garantizaban en el tramo final del Júcar, y no en Cortes de Pallás. Así lo sostienen también los regantes tradicionales del río, que anuncian una "ronda de contactos" con Ayuntamientos para defender su postura.
La victoria popular el 20-N ha dado alas a la reivindicación del Vinalopó. Desde el Júcar advierten que una modificación de la infraestructura detraería recursos necesarios a los regantes, a L'Albufera, y las ciudades de Valencia, Sagunto y Albacete.