Columna

Cosas serias

Este fin de semana han sucedido cosas serias en Europa. Hay medios que hablan de grandes vencedores y grandes derrotados, como si el tiempo no tuviera nada que decir en una crisis que se extiende, se prolonga y evade los cortafuegos, rodeando, lo veremos, a quienes aún pretenden sentirse a salvo de la quema. Pero todo lo serio, tiene un contrapunto. El humor, y mira que ha habido viñetistas inspirados, lo ha puesto Javier Arenas desde España. ¿Pero es que nunca va a terminar la campaña electoral? Arenas, en campaña andaluza, apareció en los noticiarios afirmando que en Europa ya se nota la pre...

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Este fin de semana han sucedido cosas serias en Europa. Hay medios que hablan de grandes vencedores y grandes derrotados, como si el tiempo no tuviera nada que decir en una crisis que se extiende, se prolonga y evade los cortafuegos, rodeando, lo veremos, a quienes aún pretenden sentirse a salvo de la quema. Pero todo lo serio, tiene un contrapunto. El humor, y mira que ha habido viñetistas inspirados, lo ha puesto Javier Arenas desde España. ¿Pero es que nunca va a terminar la campaña electoral? Arenas, en campaña andaluza, apareció en los noticiarios afirmando que en Europa ya se nota la presencia de Rajoy. Que ahora España ya vuelve a estar entre los países que cuentan, en el centro de las decisiones, y que ese aire nuevo nos regresa a la primera división mundial.

El presidente aún en funciones posaba para las fotos ya en zona más que de desenfoque de fundido a negro. Así que estas declaraciones aspiran a calentar el partido. Pero no es lo mismo hinchar la expectativa y caldearlo, que jugar y ganarlo. Si los noticiarios hubieran incluido unas declaraciones de Chiquito de la Calzada, por no salir de la comunidad en disputa electoral, también nos habríamos reído y a lo mejor él sí se habría atrevido a hablar del amigo conservador David Cameron, pero para llamarle pecador, fistro duodenal y demás calificativos surgidos del serio análisis geopolítico.

Ayuda al humorismo que Rajoy se personara en la cumbre de partidos conservadores europeos y no se inclinara ni por las propuestas del dúo 'Merkozy', apócope afortunado, ni por las de Durao Barroso y Van Rompuy, que tienen nombre de duros y rompedores defensas centrales. Es posible que tarde o temprano le toque mojarse en algo, y entonces la situación puede ser traumática, más que nada por la falta de costumbre. Hay algo grouchiano en ese espíritu de supervivencia, en la habilidad del hermano Marx para sortear los embrollos embrollándolos más. Y todo esto sería gracioso, hasta la comparecencia de Arenas para mostrarnos a Europa rendida a nuestros pies, si no estuviéramos jugándonos el futuro, si no precisáramos ideas y convicciones, y no tanta declaración enlatada para medios locales, forzados a emitirlas día sí y día sí.

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