Desorientados en el Algarve

El nuevo peaje en la A-22 impuesto por el Gobierno portugués arranca entre las dudas y las quejas de algunos usuarios de esta autovía

En el punto de información ubicado por las autoridades lusas en Castro Marín (Portugal), justo en la explanada a la salida del puente internacional, los rostros de los conductores delataban la desorientación por el nuevo peaje en la autovía Do Infante (A-22) que entró ayer en vigor. Algunos, como un grupo de surfistas españoles, desconocían que había que pagar para circular por el Algarve: "No teníamos ni idea. Nos acabamos de enterar y teníamos el viaje programado", afirmó uno de ellos. "Nos están explicando que debemos sacar un tique", añadió. La gran duda sigue siendo cómo pagar.

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En el punto de información ubicado por las autoridades lusas en Castro Marín (Portugal), justo en la explanada a la salida del puente internacional, los rostros de los conductores delataban la desorientación por el nuevo peaje en la autovía Do Infante (A-22) que entró ayer en vigor. Algunos, como un grupo de surfistas españoles, desconocían que había que pagar para circular por el Algarve: "No teníamos ni idea. Nos acabamos de enterar y teníamos el viaje programado", afirmó uno de ellos. "Nos están explicando que debemos sacar un tique", añadió. La gran duda sigue siendo cómo pagar.

El peaje en la A-22 carece de cabinas y, en su lugar, hay colocados postes electrónicos que leen las matrículas de los automóviles. Las opciones para abonar las tasas consisten en adquirir los dispositivos electrónicos o las tarjetas prepago para tres o cinco días.

El Gobierno luso cree que la desorientación de los primeros días se solventará

Sin embargo, para el director de Estradas de Portugal, Luis Pinelo, el sistema es sencillo: "Solo se trata de pasar bajo los arcos y el cargo llega directamente a las cuentas bancarias de los conductores". Pinelo expresó su confianza en que "la desorientación de los primeros días se solvente con el tiempo".

En ese punto de información fue donde se concentró ayer el mayor número de vehículos, en torno a una veintena. Se vivieron momentos de confusión e incluso algunas protestas. "En mi familia es una costumbre venir a Portugal a pasar el día, pero ahora habrá que acostumbrarse a no llegar hasta Tavira o Faro, así que almorzaremos en restaurantes de pueblos donde no haya que pagar", señaló Sandra Solís, vecina de Dos Hermanas (Sevilla). "Esto es un atropello y el Gobierno lo ha hecho de forma precipitada sin suficiente información", subrayó Edgar Pires, vecino de Faro.

La circulación por la autovía se desarrolló de forma fluida hasta el primer poste ubicado en Tavira, donde se registraron leves retenciones. Algunos conductores optaron por utilizar la alternativa de la Nacional 125 para evitar el pago: "Venimos a Portugal, al menos, una vez por semana y, a veces, en autocaravana. Vamos a seguir haciéndolo pero nos saldremos antes de la autopista y si tenemos que recorrer varios kilómetros por la carretera nacional, lo haremos", anunció Rafael Marruz, vecino del Rompido (Huelva).

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La Guardia Republicana portuguesa no pudo aclarar ayer si la N-125 está siendo más utilizada por los conductores pero sí afirmó que el tráfico estaba siendo "más fluido" de lo que tradicionalmente acostumbra a registrar esa vía que recorre el sur de Portugal en paralelo al Atlántico. Ernesto Donoso es un compositor sevillano que reside en Portugal: "Es una medida desacertada por el esfuerzo económico que comporta y por esta confusa e incómoda forma de pago si tienes matrícula extranjera".

La puesta en marcha del peaje llenó, en cambio, las localidades hasta las que se puede acceder sin necesidad de pagar peaje, como Villareal de Santo António. Su plaza principal estaba a rebosar y, aunque la afluencia de turistas, especialmente españoles, es numerosa en estas fechas que coinciden con el puente de la Inmaculada, el municipio registraba más presencia de lo habitual. "Mucha gente se quedará en localidades como ésta para no pagar porque la medida es insoportable para muchos ciudadanos desde el punto de vista económico", aseguró Carlos, vecino del municipio. Con todo, los hosteleros de los pueblos que no están afectados por el peaje también temen que la medida les dañe colateralmente. Calculan que las pérdidas pueden alcanzar un 30%, según Joaquín Feliciano, propietario de un restaurante en Altura. "Al final la gente declinará venir a Portugal y aunque el Algarve se verá más afectado, también nos afectará a nosotros", señaló.

Un camión pasa por uno de los arcos de identificación de vehículos para el cobro del peaje.JULIÁN PÉREZ (EFE)

Tres formas de pago

- Estancias ocasionales de corta duración. Es la más económica. Se compra un sello para tres días con un coste fijo de 20 euros. Tiene una adquisición máxima de seis por año. Al comprar el sello se debe indicar la matrícula del vehículo. Para cinco días, el consumo va en función de la utilización. Tiene una precarga mínima de 10 euros (vehículos ligeros) y de 20 euros (vehículos pesados) con posibilidad de reembolso del saldo no utilizado en caso de que se solicite y en caso de que el pago haya sido realizado con tarjeta de crédito.

- Estancias frecuentes. Se debe alquilar el dispositivo temporal en Vía Verde Visitors con una fianza inicial de 27,50 euros. El coste del alquiler es de seis euros en la primera semana y de 1,5 euros por cada semana siguiente. El consumo es en función de la utilización y el periodo de validez es de 90 días.

- Estancias permanentes Hay un dispositivo electrónico que se adquiere en tiendas Vía Verde o en el Banco Caixa Geral en España. El dispositivo tiene un coste de 29,50 euros y es registrado de forma automática por los postes instalados en la vía, sin necesidad de pararse. De esa cuenta se detraerá directamente, al igual que una tarjeta de débito, el coste por el recorrido realizado, que será de unos ocho céntimos por kilómetro.

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