En busca de los votantes que toman 'colacao'
La socialista Seara, a la caza de neoelectores
"Decidme qué pensáis, qué os preocupa, ¡venga, vamos!". La secretaria de Estado de Igualdad en funciones y número uno de la lista del PSOE ourensano al Congreso, Laura Seara, se remanga el último día de campaña ante una docena de jóvenes votantes sentados a una mesa con despliegue de colacaos, churros y zumos de naranja. El auditorio de Seara está electoralmente inédito. Los asistentes a este desayuno-coloquio no superan los 21 años y ninguno ha ejercido hasta ahora el derecho al voto.
La candidata socialista se lanza a la conquista de este territorio con las armas necesarias par...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
"Decidme qué pensáis, qué os preocupa, ¡venga, vamos!". La secretaria de Estado de Igualdad en funciones y número uno de la lista del PSOE ourensano al Congreso, Laura Seara, se remanga el último día de campaña ante una docena de jóvenes votantes sentados a una mesa con despliegue de colacaos, churros y zumos de naranja. El auditorio de Seara está electoralmente inédito. Los asistentes a este desayuno-coloquio no superan los 21 años y ninguno ha ejercido hasta ahora el derecho al voto.
La candidata socialista se lanza a la conquista de este territorio con las armas necesarias para camuflarse entre los debutantes. Pero sobre el tono coloquial del comienzo acaba imponiéndose el político y el mensaje mitinero toma cuerpo. Seara quiere el voto y quiere la conciencia ideológica de los jóvenes que amenazan con la abstención "que solo beneficia a la derecha".
Pero apenas se desmelena. La candidata pone sobre el tapete un par de "conquistas sociales del PSOE" (las leyes del aborto, de la dependencia y el matrimonio entre personas del mismo sexo) y los propios jóvenes -en este caso las dos únicas féminas de entre la docena de invitados- invocan al fantasma de "la regresión" que se queda ya instalado. "Se puede entender que en 1985 la gente protestara por el aborto, ¡pero hoy en día no se le ocurre a nadie!", exclama Thais (20 años) sin dar crédito a la aceptación social de una posible supresión, por un Gobierno del PP, de la Ley de plazos. Y Seara insiste en la brecha.
El 15-M
"La van a cambiar, volverán al año 85, a la Ley de los tres supuestos que curiosamente ellos tampoco votaron, pero que utilizan más que nadie, como hacen con todo", expone la socialista. Y abunda: "El PP se colgó de la derecha más reaccionaria en lo social y en lo económico, pero con Aznar en el Gobierno se practicaron medio millón de abortos en España y nadie, ningún obispo, se echó a la calle para protestar". "Las leyes del aborto y de la dependencia son derechos, no regalos", precisa. Y los jóvenes asienten a su lado.
Mientras las dos mujeres muestran su preocupación por la política social, los chicos hablan de la estructuración y humanización del territorio, de la "ineficacia" de las diputaciones y de la necesidad de potenciar el turismo "en la provincia del románico por excelencia". Nadie menciona el 15-M y Seara no se va sin concitar su espíritu para conjurarlo. Adoctrina: "Solo se puede cambiar el sistema desde dentro".