Rajoy da por seguro que Arenas será presidente de la Junta

Tan por descontado tiene el PP que ganará las elecciones generales el día 20, que la presencia de Mariano Rajoy en el mitin celebrado ayer en al pabellón universitario de Málaga más bien parecía la del líder nacional que viene a arropar a su candidato autonómico que la de quien se juega el gobierno de España en 11 días. El PP incluso parece haber superado ya la fase de euforia, y el ambiente del acto público de Málaga rezumaba la tranquilidad de quien lo tiene todo hecho. Y si algo inquieta en el horizonte es convertir a Arenas en presidente de la Junta, la gran cuenta pendiente del PP.
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Tan por descontado tiene el PP que ganará las elecciones generales el día 20, que la presencia de Mariano Rajoy en el mitin celebrado ayer en al pabellón universitario de Málaga más bien parecía la del líder nacional que viene a arropar a su candidato autonómico que la de quien se juega el gobierno de España en 11 días. El PP incluso parece haber superado ya la fase de euforia, y el ambiente del acto público de Málaga rezumaba la tranquilidad de quien lo tiene todo hecho. Y si algo inquieta en el horizonte es convertir a Arenas en presidente de la Junta, la gran cuenta pendiente del PP.

La campaña es doble. "Primero el Gobierno de España, y luego el de Andalucía", comenzó su discurso Arenas, que dijo darse "el gustazo" de presentar a Rajoy después de tantas veces como presidente apenas 24 horas después del debate con Alfredo Pérez Rubalcaba. "También se acaba de dirigir a vosotros el presidente, dentro de muy poquitos meses", contestó Rajoy sobre Arenas con la mirada puesta en las autonómicas de marzo de 2012.

Y con la vista en su propio objetivo, Arenas hizo un llamamiento a los militantes del PP contra "la soberbia y la prepotencia". "De aquí al 20 de noviembre, mucha humildad, hay una gran distancia entre la humildad y el triunfalismo, pero después del 20 de noviembre, más todavía", espetó, y alertó para que estén en guardia contra los abusos de poder con los que insinuó tratarán de resistir los socialistas.

"El cambio no tiene riesgo", tranquilizó Arenas, "porque a peor es imposible". Según el líder popular, un 80% de los andaluces, incluso los que no votan al PP, consideran que debe producirse ese cambio. Reprendió a los candidatos del PSOE por hacer campaña en los alrededores de colegios y centros de salud, y les emplazó a hacerla "las colas del INEM y expliquen lo que han hecho con los ERE".

En Málaga, provincia en la que el PP ha obtenido un alto rendimiento de su discurso contra el centralismo autonómico, Arenas volvió a prometer que si llega a ser presidente de la Junta tendrá despacho en la capital de esta provincia. "El Gobierno está en deuda con Málaga y Málaga no va a ir más a la Junta, sino que la Junta vendrá a Málaga", explicó. En esta provincia, proclamó con orgullo Arenas, el 90% de los ciudadanos tiene un alcalde del PP.

Después de que en el debate con Rubalcaba Rajoy dijera que conocía pueblos de la sierra gaditana como Constantina o Cazalla, equívoco que ha deparado una oleada de reacciones [el PA y Juventudes Socialistas de Andalucía le han enviado sendos mapas de la comunidad, mientras que los alcaldes de los dos municipios sevillanos le han invitado a conocer la zona], Arenas aprovechó el mitin de Málaga para reivindicar el intenso trabajo realizado por el candidato del PP en los últimos años. "Ha estado en 150 pueblos, más que Griñán, Chaves y Rubalcaba juntos. Mariano se ha impregnado de nuestras inquietudes, acompañándonos, entendiéndonos". Y el propio Rajoy se confesó encantado en Andalucía. "Si no vengo más es porque no puedo".