Entrevista:CARMELA SILVA | Candidata del PSOE por Pontevedra | ELECCIONES 2011 | Faltan 12 días

"Soy capaz de ser diputada y edil a la vez"

Cantó con esperanza y miedo a Víctor Jara en la adolescencia y ahora habla con voz desgarrada -"Hoy la tengo mejor, ya fumo muy poco, pero tengo que dejarlo, dejarlo del todo: en los mítines fuerzo mucho"- de Chavela Vargas. Carmela Silva (Vigo, 1960) ya andaba en política cuando murió Franco, con 15 años -"Yo estaba en el instituto de O Calvario y tenía amigos en el de Coia, había muchos profesores politizados, nos contagiaron la sensibilidad y el interés"-, luego fue secretaria general de las Juventudes Comunistas de Galicia, hasta desembarcar en el PSOE con la tropa carrillista. Ha sido dip...

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Cantó con esperanza y miedo a Víctor Jara en la adolescencia y ahora habla con voz desgarrada -"Hoy la tengo mejor, ya fumo muy poco, pero tengo que dejarlo, dejarlo del todo: en los mítines fuerzo mucho"- de Chavela Vargas. Carmela Silva (Vigo, 1960) ya andaba en política cuando murió Franco, con 15 años -"Yo estaba en el instituto de O Calvario y tenía amigos en el de Coia, había muchos profesores politizados, nos contagiaron la sensibilidad y el interés"-, luego fue secretaria general de las Juventudes Comunistas de Galicia, hasta desembarcar en el PSOE con la tropa carrillista. Ha sido diputada, portavoz socialista en el Senado en la actual legislatura, es concejal de Urbanismo en Vigo y se siente muy orgullosa de su hijo, que es futbolista en el Villarreal.

"Lo que valen son los principios, no las directrices, que admiten matices"
"Sé que puedo asumir los cargos de concejala y diputada con humildad"

Pregunta. ¿Es usted una política profesional?

Respuesta. No. La política es mi pasión desde siempre, diría, pero lo dejaré cuando yo sienta que pierdo esa pasión, que ya no estoy en política por convicciones y principios, o cuando el PSOE me diga que dé un paso atrás para que gente nueva lo dé adelante. La mayor parte de mi vida la he dedicado a trabajar como cualquiera, hasta los 37 años no tuve ningún cargo institucional, y estoy en política por la pasión y porque mi partido me ha dado la oportunidad de estar en lo más alto, donde nunca soñé. Y la dejaré como entré, calladita, sin hacer ruido y muy agradecida al partido por haberme permitido desarrollar aquello en lo que creía. Es una posición firme.

P. ¿Es esta la peor coyuntura que afronta en su carrera?

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R. No, la transición desde el franquismo fue mucho peor: el miedo, la miseria, los grises... Ahora solo es una crisis económica, profunda y tremenda, pero tenemos libertad, oportunidades para decidir y para afrontarla de otra manera, sin miedo.

P. ¿Está preparada para perder con dignidad?

R. Me niego, quedan 20 días de batalla y, ya veremos. La gente tiene que pensar cómo gobierna el PP, que no está en casa ni tiene varitas mágicas contra la crisis: gobierna en la mayoría de las comunidades y encara la crisis recortando en lo que es más importante para todos, en educación, sanidad, dependencia..., sin hacer nada, aunque tiene competencias, para fomentar el crecimiento económico ni el empleo. La gente tiene que ver eso y lo que sucede en Portugal, Francia o Alemania, donde gobierna la derecha. Por eso me niego a asumir ninguna derrota, y tampoco sería la primera vez que los votos ganan a las encuestas: ninguna por ejemplo se acercó a los resultados que tuvimos en Vigo en mayo...

P. Ahora juega contra corriente, en la patria chica de Rajoy...

R. Eso me favorece, me da argumentos. Rajoy fue ocho años un altísimo cargo de los Gobiernos de Aznar, y nunca hizo nada, ni para su ciudad ni para Vigo, ni para la provincia ni para Galicia. Yo sí puedo poner encima de la mesa la multitud de proyectos, inversiones y realizaciones del Gobierno socialista. Lo voy a estar planteando toda la campaña.

P. Antes contra Corina Porro y ahora contra Ana Pastor: ¿a quién prefiere de contrincante?

R. Las dos son el PP y, como tales, adversarias políticas. Tenemos concepciones, proyectos y formas de estar en la vida distintas, pero sí hay algo que pongo en valor: que las tres seamos mujeres. A mí me encantaría debatir con Ana Pastor, pero no quiere, es lógico, no puede poner ni un solo proyecto, a Vigo solo viene cuando hay elecciones, ni conoce la ciudad. No puede hacer balance ni debate, lo que es un fraude a los ciudadanos.

P. ¿Por qué ese empeño suyo en compatibilizar los cargos de diputada y concejal, contra las directrices del partido?

R. Yo quiero ser humilde, lo soy, pero sé que puedo compatibilizarlos, lo he estado haciendo en esta legislatura a costa de quitarle horas a mi vida personal, y cobrando un solo salario: no sucede en el PP, con los dirigentes que ocupan más de un puesto, y en el PSOE hay otros 30 casos en España como el mío, no sé por qué la atención se personaliza en mí... Lo que valen son los principios, no las directrices, que admiten matices, como en mi caso. Hace cinco meses me presenté como número 2 de la lista municipal porque creímos que era lo mejor que podíamos ofrecer a la sociedad, no me parece serio ni creíble abandonar ahora ese puesto.

P. Pero da munición incluso a los disidentes locales del propio PSOE...

R. Sí, Carlos Príncipe es ahora la disidencia... Siempre me pareció políticamente un triste y, ahora, viéndolo fijar posiciones en contra del PSOE, haciéndole el caldo gordo al PP, un triste multiplicado por 10. Hay que tener valores y principios. Yo ya lo pasé realmente mal hace años por los insultos, las calumnias y actuaciones incalificables de gente como él, que creo que no debería estar en política. Fue horrible. El tiempo, aunque no siempre ocurre, nos dio la razón y a mí aquel episodio me hizo más fuerte. Ahora lo veo como algo que pasó y que al cabo sirvió: permitió otro modelo de partido en Vigo.

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