La protectora de los descampados
Lara Almarcegui muestra en el CAAC sus obras sobre la "no-arquitectura"
¿Qué pasa en un descampado? ¿Quien es el propietario? ¿Cual es su historia? ¿Y su futuro? Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) lleva desde 1998 recorriendo el mundo para trabajar sobre estos espacios ubicados en el limbo urbanístico de la "no-arquitectura". La artista, que ha participado en bienales de arte de Turín, São Paulo, Taipei y en la BIACS de Sevilla de 2006, inaugura hoy una exposición en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), titulada con su nombre, en la que presenta su especial catálogo de descampados y ruinas en la ciudad contemporánea para devolverlos a la conciencia públic...
¿Qué pasa en un descampado? ¿Quien es el propietario? ¿Cual es su historia? ¿Y su futuro? Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972) lleva desde 1998 recorriendo el mundo para trabajar sobre estos espacios ubicados en el limbo urbanístico de la "no-arquitectura". La artista, que ha participado en bienales de arte de Turín, São Paulo, Taipei y en la BIACS de Sevilla de 2006, inaugura hoy una exposición en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), titulada con su nombre, en la que presenta su especial catálogo de descampados y ruinas en la ciudad contemporánea para devolverlos a la conciencia pública.
"Es un proyecto que he hecho varias veces, pero no me importa repetirlo. Es necesario que alguien se ocupe de defender los descampados, porque cada uno es único, especial, y sería terrible que desaparecieran víctimas de la especulación urbanística. Llega un momento en que no estoy hablando de arte, es una postura política", explicó ayer en Sevilla Lara Almarcegui, en un paseo por la primera muestra que revisa su carrera.
La artista 'pesa' los materiales de los que están hechas cuatro ciudades
"Hasta ahora siempre me habían pedido un proyecto concreto y nuevo para cada uno de los museos, centros de arte o bienales en los que he intervenido, pero nunca antes había tenido la oportunidad de revisar mi trabajo de los últimos años", asegura la artista que reside en Rotterdam (Holanda).
La exposición, que podrá verse hasta el 12 de febrero, forma parte de la sesión Margen y ciudad que desarrolla el CAAC y reune vídeos, diapositivas, fotografías, ediciones e impresiones digitales. "Me interesa mucho saber qué pasa después de un gran evento como las exposiciones universales o los juegos olímpicos. Todo empezó con una visita a la isla de La Cartuja unos años después de la Expo92, entonces me di cuenta del abandono y el lamentable estado en el que se encontraba casi todo", comenta la artista quien ha conseguido una declaración de protección para siempre en dos de sus descampados. "Uno de ellos está en Zaragoza, en un meandro del río Ebro, cerca de la ciudad y el otro es una isla de unas tres hectáreas en Taipei (Taiwan)", dice orgullosa la artista.
En la exposición también pueden verse tres obras que Almarcegui ha creado para galerías de arte como la que realizó el año pasado en Austria, en la Secesión, uno de los templos del arte moderno. Retirar el suelo de parket de la sala de exposiciones, gabinete gráfico, Secesíon, Viena es el explícito titulo de este proyecto en el que la artista levantó todo el suelo de la galería y lo volvió a colocar como estaba. "Yo llego dos semanas antes de la inauguración y levantamos el suelo para ver de qué esta hecho. Documento todo el proceso con diapositivas y luego la galería vuelve a quedar como estaba, de forma que cuando se abre al público lo que se ve es el proceso en diapositivas. La gente tiene la sensación de que ha llegado tarde y se ha perdido la performance", explica.
El CAAC presenta también la serie Pesos de las ciudades que la artista comenzó en la ciudad sueca de Lunds y ha realizado también en la francesa de Dijon, en la española de Burgos y en la megalópolis brasileña de São Paulo. "Como presento las cosas de una forma muy sencilla, viéndolo así, nadie puede imaginar todo el trabajo que eso implica", comenta la artista, quien asegura que los cálculos que aparecen en su obra sobre las toneladas de piedra, ladrillos, hormigón o vidrio que se han usado para construir las ciudades son reales, basados en datos de los departamentos de urbanismo de los metros cuadrados construidos y en la observación que ella misma ha realizado. El resultado son las 1.224 millones de toneladas de materiales que componen los 98 distritos de São Paulo frente a las 863.450 toneladas con las que se ha levantado Burgos.