Reportaje:

Amor a la belleza arquitectónica

Álvaro Siza evoca el influjo de Andalucía en su obra al ser doctorado por la Hispalense

"Aprendí mucho al visitar ciudades de Andalucía y obras de colegas a los que admiro mucho y al recibir, verbalmente o a través de publicaciones que me fueron enviadas, información preciosa sobre la arquitectura y la historia de la arquitectura del sur de la península Ibérica". El arquitecto portugués Álvaro Siza (Matosinhos, 1933) hizo ayer un canto a Andalucía y a todo lo que le había aportado esta comunidad a su trabajo. Siza fue nombrado doctor honoris causa en un acto celebrado en el paraninfo de la Universidad de Sevilla. "De Andalucía he recibido mucho y le he dado poco", resumió ...

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"Aprendí mucho al visitar ciudades de Andalucía y obras de colegas a los que admiro mucho y al recibir, verbalmente o a través de publicaciones que me fueron enviadas, información preciosa sobre la arquitectura y la historia de la arquitectura del sur de la península Ibérica". El arquitecto portugués Álvaro Siza (Matosinhos, 1933) hizo ayer un canto a Andalucía y a todo lo que le había aportado esta comunidad a su trabajo. Siza fue nombrado doctor honoris causa en un acto celebrado en el paraninfo de la Universidad de Sevilla. "De Andalucía he recibido mucho y le he dado poco", resumió Siza al final de su discurso.

Siza, que fue galardonado con el Premio Pritzker (considerado el Nobel de la arquitectura) en 1992, ha tenido un constante vínculo con Andalucía a lo largo de su vida, sobre todo con Sevilla y Granada. Siza recordó que siendo niño visitó Sevilla en un momento en el que "ni en sueños" imaginaba que iba a ser arquitecto. "Me acuerdo del atrio cubierto de cristal del hotel, del calor asfixiante, de la alegría en la calle cuando el sol se ponía, del flamenco, de los jardines del Alcázar, del Patio de los Naranjos y de la rampa circular de la Torre del Oro", señaló.

El arquitecto portugués recuerda sus visitas a Sevilla y Granada
El nuevo 'honoris causa' cree que una casa debe ser "lugar de reposo y acción"

Tras esta visita vinieron otras. Una de ellas se produjo en un momento clave de las historias de España y Portugal. En 1975 fue invitado para impartir una conferencia en la Universidad de Sevilla. Había pasado poco tiempo de la Revolución de los Claveles, que acabó en 1974 con la dictadura en Portugal. "Fui recibido con afecto y entusiasmo por un auditorio repleto de estudiantes y profesores. Alguien me dio dos claveles rojos", evocó Siza, al que muchos arquitectos consideran el mejor proyectista del mundo.

Siza se puso uno de los claveles en la solapa y el otro lo arrojó a los asistentes a la conferencia como una muestra de su deseo de que el franquismo se acabara. "Los siguientes días visité la ciudad con nuevos y viejos amigos. Recuerdo en especial los barrios, corrales y monumentos que me mostró un incansable Gerardo Delgado o la visita a las casas recién construidas por Antonio Cruz y Antonio Ortiz", agregó el arquitecto, que también es poseedor de la medalla Alvar Aalto y ha recibido los premios Mies van der Rohe y Príncipe de Gales, que concede la Universidad de Harvard.

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Durante años posteriores el arquitecto portugués continuó con sus visitas a la ciudad y participó en concursos y proyectos en Sevilla y Andalucía. Siza los detalló ayer. Entre los que no llegaron a puerto figura uno para la Expo de Sevilla, la recuperación del Corral de Vírgenes-Trompero, también en Sevilla, y un concurso en Jerez. Prosperó un proyecto de viviendas en Cádiz y acaba de triunfar su propuesta para el concurso del Atrio de la Alhambra.

"En 1994, participé en el jurado del concurso del Colegio de Arquitectos de Granada. Durante esos días pude visitar la Alhambra (...) Las palabras en las paredes glorificaban el patio donde nos encontrábamos, o el jardín contiguo, o el salón, o la pequeña sala interior, a medida que caminábamos de la luz intensísima a la penumbra más íntima, de la soledad a la convivencia, de la acción al silencio. Esas paredes hablan de amor y belleza. De amor a la belleza", relató el arquitecto. De la Alhambra a la modesta casa-patio de Granada, Siza fue consciente entonces "de que una casa o cualquier otra construcción puede y debe ser espacio abierto a las necesidades y a los deseos del hombre, lugar de reposo, meditación y acción, célula del tejido de la ciudad".

La Universidad de Sevilla le invistió como doctor honoris causa a propuesta de la Escuela Técnica Superior (ETS) de Arquitectura. El acto de investidura estuvo repleto de público. El coro de la Universidad de Sevilla entonó Pompa y circunstancia, de Elgar. Luego, el coro interpretó Zarabanda académica, de Haendel, para acompañar la entrada de Siza en el paraninfo. Tras recibir el libro de la ciencia, la medalla, el birrete, el anillo y los guantes, Siza se convirtió en el tercer arquitecto que recibe el doctorado honoris causa en el último cuarto de siglo después del ya fallecido hispano-mexicano Félix Candela (1990) y el español Santiago Calatrava (1994).

Siza ofrecerá hoy, a las 12.00, una lección magistral en la ETS de Arquitectura de Sevilla. La exposición Retratos de sobremesa, que muestra más de 100 dibujos de Siza, puede contemplarse hasta el 25 de noviembre en Estudio Alminar (Jesús del Gran Poder, 41), en Sevilla. Sus dibujos están formados por apuntes de viajes y retratos de familias, grupos, amigos, animales y objetos.

El rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, calificó en su discurso al homenajeado como "un gran humanista de la arquitectura". Y señaló algo que resulta lamentable: "[En Sevilla] no tenemos ningún edificio con la firma de Álvaro Siza".

El arquitecto portugués Álvaro Siza, ayer en el paraninfo de la Universidad de Sevilla.GARCÍA CORDERO

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