Los festivales de cine denuncian grandes retrasos en el pago de ayudas

No se trata de grandes cantidades pero el retraso en el pago de ayudas por parte de la Xunta a festivales de cine de bajo presupuesto, como el Play-Doc de Tui o el de Cans de O Porriño, está comprometiendo la propia supervivencia de estos eventos, que han tenido un gran éxito de público en los últimos años. Más allá de los graves trastornos que los pequeños festivales tienen que afrontar por el retraso en el pago de las ayudas comprometidas, los responsables de estos certámenes coinciden en reclamar la creación de un sistema de ayudas públicas para este tipo de actividades ya que actualmente n...

No se trata de grandes cantidades pero el retraso en el pago de ayudas por parte de la Xunta a festivales de cine de bajo presupuesto, como el Play-Doc de Tui o el de Cans de O Porriño, está comprometiendo la propia supervivencia de estos eventos, que han tenido un gran éxito de público en los últimos años. Más allá de los graves trastornos que los pequeños festivales tienen que afrontar por el retraso en el pago de las ayudas comprometidas, los responsables de estos certámenes coinciden en reclamar la creación de un sistema de ayudas públicas para este tipo de actividades ya que actualmente no hay un sistema claro para obtener ayudas. El mayor festival gallego, el OUFF de Ourense, obtendrá 36.000 euros a través de Agadic, pero aún no ha cobrado 71.000 euros correspondientes a la edición anterior.

"Hemos tenido un festival muy digno. No sé cuanto aguantaremos"

"No tenemos interlocutor, aunque tampoco lo había con el bipartito"

Angel Sánchez, responsable del festival Play-Doc explica que frente a lo que sucedía hace algunos años, actualmente no existe una línea de ayudas "en la que puedan participar todos en igualdad de condiciones". La última edición del evento tudense tuvo lugar en abril de este año, y Sánchez explica que el Consorcio Audiovisual de Galicia les adeuda unos 20.000 euros correspondientes a la edición de este año y del anterior. "Al final resulta un gran hándicap organizar un festival en una localidad pequeña, ya que en las más grandes los ayuntamientos suelen contribuir a la financiación con cantidades que cubren hasta el 50% del presupuesto", añade Sánchez, quien también apunta que el festival ya ha recortado sus gastos en casi un 50% al pasar de 130.000 euros en 2008 a los 75.000 de la última edición.

El responsable de Play-Doc señala que, pese a las dificultades, están preparando la edición del año que viene pero se plantean la continuidad del evento si la falta de apoyos les impide desarrollar una programación con el mínimo de calidad que quieren tener. "Este año tuvimos una edición muy digna pero no sé cuanto tiempo podremos aguantar. tenemos mucha más repercusión que otros festivales que tienen mucho más dinero y hemos estado en lugares como Kosovo llevando a un festival internacional los documentales realizados por directores gallegos, que así pueden darse a conocer internacionalmente. Pedimos ayuda con este fin pero al final tuvo que financiarlo todo el propio festival de Kosovo", señala.

Los problemas que está sufriendo el Play-Doc son similares a los que afronta el festival de Cans, un evento que ha alcanzado una repercusión importante en los últimos años. Alfonso Pato, responsable del certamen, señala que la Xunta aún no ha pagado los 15.000 euros de ayuda previstos para la edición de este año (celebrada en mayo) y eso ha provocado que ni siquiera se hayan podido pagar todavía los premios.

Pato destaca la labor de promoción que realizan los pequeños festivales y pone como ejemplo que dos jóvenes directores que presentaron el año pasado sus primeros trabajos en Cans han sido seleccionados este año para la sección Zabaltegui del festival de San Sebastián. "Hace unos meses se aprobó una propuesta en el Parlamento por parte de todos los grupos para que se creasen ayudas para los festivales pero no se ha hecho efectiva. Ni siquiera sabemos a qué ventanilla acudir", indica Pato.

El festival S8 de A Coruña no ha tenido los mismos problemas que los de Tui y O Porriño porque este año ni siquiera ha dispuesto de subvención por parte de la Xunta. Ángel Rueda, responsable del certamen, coincide en la necesidad de que haya un interlocutor en la Administración para poder abordar la concesión de ayudas públicas a los festivales. "No hay un interlocutor pero tampoco lo había antes, porque durante el bipartito existían dos áreas con competencias en el campo audiovisual y terminaban solapándose. Habría que unificar las competencias", indica Rueda.

Los festivales no tienen claro si deben dirigirse al Consorcio, a la Axencia de Industrias Culturais (Agadic) o a la propia Consellería de Cultura para obtener las ayudas que les permitan sobrevivir en unos tiempos donde la crisis azota con fuerza a todas las iniciativas culturales, incluso a las que consiguen mucho con pocos fondos.