Día de la Fiesta Nacional

Una parada militar "más cómoda" con los candidatos en los focos

Los Reyes tienen la potestad de fijar las normas de la etiqueta. Por eso, si un Rey se sienta en un desfile, los demás pueden hacerlo. Y lo agradecen. Empezando por el Príncipe, quien reconoció, entre risas, que las autoridades siguieron la parada militar "mucho más cómodas", gracias a las sillas colocadas en la tribuna. Y eso que el Rey, convaleciente de su intervención en el tendón de Aquiles, se levantó al paso de las enseñas de cada unidad. Previamente, pasó revista a bordo de un jeep descapotable -y no a pie, como es habitual- al batallón de la Guardia Real que le rindió honores. En la po...

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Los Reyes tienen la potestad de fijar las normas de la etiqueta. Por eso, si un Rey se sienta en un desfile, los demás pueden hacerlo. Y lo agradecen. Empezando por el Príncipe, quien reconoció, entre risas, que las autoridades siguieron la parada militar "mucho más cómodas", gracias a las sillas colocadas en la tribuna. Y eso que el Rey, convaleciente de su intervención en el tendón de Aquiles, se levantó al paso de las enseñas de cada unidad. Previamente, pasó revista a bordo de un jeep descapotable -y no a pie, como es habitual- al batallón de la Guardia Real que le rindió honores. En la posterior recepción en el Palacio Real, don Juan Carlos dijo que su recuperación va "bien", aunque le resulta "pesada". Para no perjudicarla, el tradicional besamanos con el millar de invitados se redujo a un saludo a las primeras autoridades del Estado, cinco en total, con sus cónyuges.

En todo caso, al Rey se le veía satisfecho por el desarrollo del desfile. Los abucheos que le incomodaron el año pasado -por coincidir con el solemne homenaje a los caídos- no se produjeron este año con la misma intensidad o, al menos, no resultaron audibles desde donde él estaba, en la Plaza de Neptuno. Defensa dispuso al público de tal forma que los grupos menos controlables quedaban muy lejos de la tribuna de autoridades.

El objetivo de las cámaras eran los dos principales rivales del 20-N: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes departieron unos 15 minutos antes de que arrancara el desfile. ¿De qué hablaron? Rubalcaba dijo a los periodistas que habían charlado "de deportes, de la campaña [electoral], de la vida en general". Rajoy respondió que hablaron "de fútbol". ¿Solo de fútbol?, insistieron escépticos los periodistas "Él hablaría de lo que quisiera. Yo solo hablé de fútbol", respondió el líder del PP.

Al acto asistieron todos los ministros, salvo los de Trabajo, Sanidad y Presidencia y Fomento. También acudieron 11 presidentes autonómicos, incluido el asturiano Francisco Álvarez-Cascos. Faltaron los presidentes de Cataluña, Andalucía y País Vasco.

Zapatero, que celebraba su última Fiesta Nacional como jefe del Gobierno, llegó y se marchó sin decir palabra. Y sin escuchar abucheos.- El Debate

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