Reportaje:

El refugio del rock español

La sala Planta Baja de Granada celebra casi tres décadas de música independiente

Con más de 20.000 visitantes por temporada repartidos en 150 conciertos, la sala Planta Baja, en el centro de Granada, es uno de los templos andaluces de la música alternativa. A principios de este mes inauguró una nueva temporada con un concierto en acústico de Los Planetas que estuvo a rebosar. Ahora queda por delante toda una programación llena de propuestas arriesgadas y de presencias internacionales.

"Planta Baja cumple una función múltiple. Sirve al mismo tiempo de plataforma desde la que se dan a conocer los nuevos grupos locales, y de escaparate para las propuestas del panorama ...

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Con más de 20.000 visitantes por temporada repartidos en 150 conciertos, la sala Planta Baja, en el centro de Granada, es uno de los templos andaluces de la música alternativa. A principios de este mes inauguró una nueva temporada con un concierto en acústico de Los Planetas que estuvo a rebosar. Ahora queda por delante toda una programación llena de propuestas arriesgadas y de presencias internacionales.

"Planta Baja cumple una función múltiple. Sirve al mismo tiempo de plataforma desde la que se dan a conocer los nuevos grupos locales, y de escaparate para las propuestas del panorama independiente nacional e internacional", aclara Enrique Novi, director de programación de la sala en la que podrán oírse los conciertos de Clem Snide (11 de octubre), Jeffrey Lewis (13 de octubre) y Herman Dune (3 de noviembre).

El espacio, con unos 150 conciertos anuales, abrió con Los Planetas
Clem Snide, Jeffrey Lewis y Herman Dune subirán al escenario granadino

A estas propuestas internacionales se sumarán las actuaciones de grupos nacionales y locales. "Planta Baja ha jugado un papel fundamental en una generación cuyo vigor y calidad es reconocido en todo el país", asegura Novi, para quien Granada goza de una merecida fama como semillero de grupos que han marcado tendencia en el pop y el rock nacionales.

Desde su inauguración en 1982, la sala ha ofrecido un lugar en el que escuchar las propuestas más avanzadas cuando no resultaba sencillo estar al día de lo que se estaba haciendo en Nueva York o Londres. Después, cuando amplió su aforo en 1991, se transformó en un escenario por el que han pasado "todos los artistas que han hecho grande a la ciudad".

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"La sala ha sido, en cierto modo, la universidad en la que se han ido graduando las distintas generaciones de músicos locales. Es decir, que ha sido el lugar en el que se han podido ver los directos de grupos que, de otra manera, no podrían haber llegado a Granada y, además, su escenario ha servido como laboratorio donde muchos artistas han dado sus primeros pasos", afirma Novi.

En noviembre regresará también a Granada uno de esos iconos de la movida de los años 80, el que fuera cantante de Los Ronaldos, Coque Malla, que acaba de estrenar nuevo disco. Será el 4 de noviembre. Un día después actuarán Jean Paul y Luis Arronte, este último es uno de los músicos más prometedores de la escena granadina. A ellos les seguirá una lista interminable con The Pain of Being Pure at Heart, Pauline en la Playa, Guadalupe Plata, The Eviltones, Los Escarabajos, Polock, Trashtucada, Chikos del Maíz o The Monomes, además de teatro, sesiones de música disco y exposiciones.

En medio de la crisis, que supone un importante recorte de la inversión pública en cultura, Planta Baja ha mantenido sus expectativas desde la inversión privada, sin disfrutar de ningún tipo de apoyo institucional.

"Hemos conseguido mantenernos a flote porque creemos firmemente en la creatividad de los artistas que no están dispuestos a repetir los clichés de las músicas más asimiladas, que son las que cuentan con apoyo institucional", explica Novi, en parte resignado a la realidad cultural de Granada, una ciudad que un día "fue una capital cultural, pero que seguramente fue un espejismo".

En su opinión, los responsables son los políticos, que desde la oficialidad apoyan "el folclore más rancio y las tradiciones supuestamente propias que no son más que una clonación uniformada del modelo sevillano". Pese a todo, Granada sigue siendo un hervidero de artistas, si bien para recuperar su protagonismo cultural "el Ayuntamiento tiene que dejar de priorizar a la Semana Santa; y el milenio de la fundación del reino de Granada, dejar de gastar importantes cantidades en traer a Sting, un músico cuyo mejor momento pasó hace muchos años", añade el promotor.

Con esas recetas, Planta Baja lleva resistiendo décadas, y no entiende de crisis, siempre parece en crisis, al borde del abismo, amenazado de cierre, con el precipicio en frente pero ofreciendo una de las mejores programaciones del sur de Andalucía con un presupuesto de tan solo 150.000 euros.

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