El largo vacío de los contenedores
El puerto exterior de Ferrol confía su futuro a una empresa constituida dos días antes de convocarse el concurso público y vendida luego a una firma portuguesa
El tráfico de contenedores es el futuro inmediato y casi obligatorio de la economía portuaria y del transporte marítimo. El puerto exterior de Ferrol tiene en teoría las mejores expectativas, pero el hecho es que una primera adjudicación de la terminal de contenedores, en 2004, resultó fallida. La segunda, convocada este año, tuvo una única candidata: Ferrol Container Terminal, una empresa que se constituyó dos días antes de que se convocara el concurso público para la concesión, y que carecía de solvencia financiera o técnica hasta que una semana antes de que finalizase el plazo (tres veces p...
El tráfico de contenedores es el futuro inmediato y casi obligatorio de la economía portuaria y del transporte marítimo. El puerto exterior de Ferrol tiene en teoría las mejores expectativas, pero el hecho es que una primera adjudicación de la terminal de contenedores, en 2004, resultó fallida. La segunda, convocada este año, tuvo una única candidata: Ferrol Container Terminal, una empresa que se constituyó dos días antes de que se convocara el concurso público para la concesión, y que carecía de solvencia financiera o técnica hasta que una semana antes de que finalizase el plazo (tres veces prorrogado) de entrega de ofertas, fue adquirida por Terminal de Contentores de Leixões.
Después de cinco años de intentos fallidos, el relanzamiento de la dársena de Caneliñas como alternativa al transporte de contenedores comenzó, al menos en los titulares de prensa, a finales del año pasado. Entre crónicas de viajes a China de las autoridades portuarias y proyectos de instalación de empresas asiáticas en Ferrolterra, se va abriendo paso en la información portuaria el nombre de Ferrol Container Terminal (FCT) como una de las más sólidas apuestas de inversión en el tejido empresarial de la zona. FCT, que indefectiblemente es descrita como "de capital europeo y con experiencia en el sector" anuncia en repetidas ocasiones que "dentro de sus planes de expansión, contempla la posibilidad de instalarse en Ferrol" (como hacía sospechar su denominación, por otra parte).
FCT es uno de los proyectos estrella que se acogen al Plan Ferrol de Reindustrialización, subvencionado por el Ministerio de Industria. Contempla una inversión de 11,7 millones de euros, para la que pide una ayuda de 2,1 millones, según la solicitud que realizó a finales de 2010. Industria se la concede de forma provisional el 4 de marzo, y definitiva, el 8 de junio. Sin embargo, Ferrol Container no existía como empresa, fuera de los titulares de prensa y los contactos portuarios, hasta que se constituyó el 14 de marzo, diez días después de que le fuese adjudicada la ayuda. El "capital europeo" de Ferrol Container Terminal, SL, eran los tres mil euros que se exigen como inversión mínima para constituir una sociedad, su administrador único era Vicente Díaz Prieto, propietario de una gestoría en Narón, y su sede la oficina de la misma en un centro comercial. La experiencia en el sector del transporte marítimo se supone que es nula, y Díaz Prieto no atendió las repetidas llamadas de este periódico para precisar ese extremo.
Dos días después de la constitución de FCT, se publica en el BOE el concurso de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao para adjudicar la terminal de contenedores en el puerto exterior de Caneliñas. Una concesión por 35 años de un terreno de 290.428 metros cuadrados, cuya actividad tendría que iniciarse en el próximo ejercicio. Entre reiteradas informaciones sobre la candidatura a la concesión de la empresa "europea con experiencia en el sector", el plazo para entregar las ofertas se fue ampliando, a golpe de BOE, del 20 de abril al 26, y del 26 de abril al 13 de mayo. Finalmente, el 4 de mayo, una semana antes de la última fecha límite del concurso, Terminal de Contentores de Leixões, SA, una importante empresa portuguesa del grupo Mota-Engil, y desde luego con experiencia contrastada en el sector, se convierte en propietaria del 100% de Ferrol Container.
El pasado 27 de julio, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao acordó adjudicar la concesión a FCT. Los nuevos propietarios anunciaron que acometerán la construcción de las instalaciones y el equipamiento de grúas cuanto antes, para mover en los primeros momentos entre 50.000 y 200.000 contenedores anuales. Sin embargo, tampoco dieron a este periódico la oportunidad de preguntar los motivos por que decidieron instalarse en Galicia en el último momento y hacerlo comprando una empresa sin más patrimonio que una subvención estatal y una fuerte presencia mediática.
Los ojos puestos en Panamá
La primera adjudicación de la terminal de contenedores de Caneliñas, en junio de 2004, a una sociedad formada por los grupos Acciona y Pérez Torres, también generó una marea de cifras y expectativas. Los 230.000 metros cuadrados de extensión la convertían en la segunda más grande de la fachada atlántica y cantábrica peninsular, después de la de Bilbao, y las previsiones de los adjudicatarios eran mover medio millón de TEU (los contenedores tipo, de 20 pies). En 2007, Acciona traspasó sus acciones a Pérez Torres, y esta desistió de acometer la terminal año y pico después. El caso es que si Vigo movió el año pasado 125.671 TEU y Marín 28.709, Ferrol solo 266.
El culpable habitual es la falta de conexión ferroviaria de Caneliñas, y la esperanza, la ampliación del canal de Panamá, que potenciará los grandes cargueros (los postpanamax), que podrán aprovechar los 21 metros de calado de Caneliñas (Leixões no pasa, por ejemplo, de 16). Sin embargo, como dice un experto en el sector con una larga trayectoria de gestión, "los contenedores son el futuro, pero no va a ser fácil. Se requiere que al menos el 35% de la carga sea local, y Galicia no produce ni consume tanto".